El hecho de que el año pasado se generó una cantidad récord de fenómenos meteorológicos de importancia, entre ellos tormentas y huracanes que contabilizaron 21, hace que lo más probable sea que en este 2021, esa cantidad se reduzca.
Así lo orienta el Centro Nacional de Sismología de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (CNS) encabezado por su director el ingeniero Ramón Delanoy, quien recuerda que aunque la temporada ciclónica en el Atlántico estadísticamente empieza en junio y termina en noviembre, ya se han registrado tormentas en los meses de diciembre, enero y mayo, como sucedió en este mes de mayo que se formó la tormenta Ana.
El geólogo e investigador explica que no es posible predecir cuántas tormentas o huracanes se formarán en el Atlántico o en el Pacifico, pero si existe la posibilidad de que se produzca una cantidad importante y que algunos huracanes alcancen la categoría de 4 o 5.
“Todo dependerá de las condiciones de los océanos en relación a las temperaturas y a la masa de humedad que se encuentre en la atmósfera”, agregó.
Al preguntarle qué tan vulnerable está el país para resistir esos eventos naturales, afirma que “ha avanzado mucho en la gestión de riesgo de desastre en relación a eventos meteorológicos como son las tormentas y huracanes y lo que estos conllevan como son las inundaciones, derriba de árboles y deslizamientos”.
Detalla que las vulnerabilidades se manifiestan básicamente en aquellos sectores que han construido sus viviendas así como edificaciones en cauces de ríos, arroyos, cañadas, laderas de montañas y debajo de puentes. Las cuales en su mayoría tienen techo de zinc y están construidas de materiales vulnerables a las lluvias y los vientos como lo es la madera y el cartón, etc.
El Centro Nacional de Sismología de la UASD recomienda que cuando se presenten las tormentas y los huracanes, además de las posibilidades de inundaciones por las vaguadas o temporales de lluvias, así como lo ha estado realizando en años anteriores, la Comisión de Operación de Emergencia (COE) junto a la Defensa Civil (DC) ayuden a las personas que se encuentran en los lugares de alto riesgo a ser desalojados hasta que pase el peligro.
Kerry dice que tecnología es clave
Nueva York. El enviado especial de Estados Unidos para el clima, John Kerry, insistió en la importancia de la tecnología y la ayuda económica para los países del Caribe con el objetivo de mejorar su preparación y su resiliencia ante los huracanes, cuya temporada está a punto de comenzar. “Hay un gran número de países desarrollados que pueden proveer tecnología, recursos humanos y capacidad para el desarrollo. Además se lo debemos a esas islas estado que están sufriendo por las prácticas que nos han hecho sanos y ricos”, dijo Kerry en una charla organizada por la Fundación Clinton sobre la preparación de los países del Caribe ante las catástrofes naturales. Para el exsecretario de Estado, que recordó que los países desarrollados son los responsables de las tres cuartas partes de las emisiones de CO2, con la tecnología necesaria se puede convertir a los estados caribeños en “laboratorios” para el resto del mundo sobre sostenibilidad, independencia energética, resiliencia y adaptación.