El Cairo, 11 oct (EFE).- El Ejército turco continúa su marcha sobre el norte de Siria a ritmo lento y causó hoy al menos la muerte de siete civiles mientras alrededor de 190.000 personas han abandonado sus hogares en el territorio controlado por los kurdos y huyen de la invasión.
Diversas fuentes indican que hasta el momento las víctimas entre la población ascienden a cerca de una veintena y alrededor de 40 heridos desde el inicio de la invasión el miércoles.
Las fuerzas turcas continúan su operación para tomar los alrededores de las dos principales localidades por las que ha empezado la invasión, Ras al Ain y Tal Abiad, bombardeando posiciones y conquistando pequeños pueblos en la zona, aunque hay enfrentamientos a lo largo de la frontera.
El director de salud de la Media Luna Roja kurda, Serwam Bery, indicó a Efe que al menos 190.000 personas han abandonado sus hogares y se desplazan desde el norte hacia las ciudades más alejadas de la frontera, fundamentalmente Al Hasaka.
También señalo que hoy las fuerzas turcas bombardearon una planta de agua en la localidad de Alouk, que sirve a la ciudad de Al Hasaka y alrededor de 500.000 personas, provocando que quedara paralizada lo que ya está afectando a la población.
Los hospitales en Ras al Ain y Tal Abiad han quedado también ya inoperativos por la salida de personal sanitario, entre ellos el que colaboraba con la organización Médicos Sin Fronteras (MSF) en esta última localidad.