Las medidas del Departamento del Tesoro congelan cualquier activo de Cabello en Estados Unidos y prohíben a los estadounidenses realizar negocios con él. La decisión es tomada en un contexto de discordia entre ambos países de cara a las elecciones presidenciales del domingo en la nación sudamericana, que el mandatario estadounidense Donald Trump se niega a reconocer.
En un comunicado, el Departamento del Tesoro señaló que Cabello, que es considerado el segundo hombre más importante en Venezuela _sólo detrás del presidente Nicolás Maduro_, usó sus diferentes cargos en el gobierno a lo largo de dos décadas para “beneficiarse personalmente de extorsiones, lavado de dinero y malversación de fondos”.
Estados Unidos ha sancionado a decenas de altos funcionarios de Venezuela en los últimos meses, entre ellos Maduro, por violaciones a los derechos humanos, acusaciones de narcotráfico y la erosión de las garantías democráticas. Pero Cabello no había sido objeto de sanciones hasta ahora, lo que generaba todo tipo de especulaciones de que Washington de cierta forma estaba protegiendo al influyente político a fin de diseminar desconfianza entre el círculo de allegados de Maduro.
Cabello y sus socios son acusados de extraer y exportar de forma ilegal hierro de un conglomerado operado por el gobierno y lavar los ingresos en Costa Rica y Rusia.
Además, el Departamento del Tesoro añadió que Cabello trabajó con el vicepresidente venezolano Tareck El Aissami, que fue sancionado el año pasado por narcotráfico, por orquestar envíos de drogas desde Venezuela a través de la República Dominicana y con destino a Europa. Junto con un socio, él presuntamente decomisó cargamentos de drogas de traficantes de poca monta y las combinó y exportó por medio de un aeropuerto propiedad del Estado. Las ganancias de tales ventas de drogas fueron repartidas entre varios, incluyendo a Maduro, de acuerdo con el Tesoro.
“El pueblo venezolano sufre bajo el gobierno de políticos corruptos que se aferran en el poder mientras llenan sus propios bolsillos. Estamos imponiendo un costo a figuras como Diosdado Cabello que explotan sus cargos oficiales para involucrarse en narcotráfico, lavado de dinero, malversación de fondos públicos y otras actividades corruptas”, declaró el secretario del Tesoro, Steven T. Mnuchin.
El gobierno estadounidense también congeló los activos de Rafael Sarria, un empresario venezolano que, de acuerdo con el Departamento del Tesoro, es allegado de Cabello, y de tres compañías de Boca Raton, Florida, vinculadas a él, así como 14 propiedades pertenecientes a él o a sus compañías en Florida y Nueva York.
De momento ni el gobierno venezolano ni Cabello se han pronunciado al respecto.
Pero el senador Marco Rubio, quien ha descrito a Cabello como “el Pablo Escobar de Venezuela”, celebró la decisión en redes sociales.
“¿Qué talla de uniforme usa estos días: extra grande o XXGrande?”, escribió Rubio en Twitter junto con una foto de presidiarios en uniforme anaranjado. “Sólo quiero asegurarme de que su estadía sea lo más cómoda posible”.