Estados Unidos.- El FBI y la Agencia de Seguridad de Infraestructuras y Ciberseguridad (CISA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos emitieron este miércoles una alerta en la que acusaban a piratas informáticos chinos de intentar robar datos de propiedad intelectual y de salud pública relacionados con vacunas, tratamientos y pruebas relacionadas con el coronavirus. “El posible robo de esta información pone en peligro el hallazgo de opciones de tratamiento seguras, efectivas y eficientes”, reza el comunicado conjunto enviado por las agencias, que no detalla la identidad de los hackers ni cómo llegaron a dicha conclusión. La Embajada china en Washington condenó las acusaciones y las calificó de “mentiras”.
En un nuevo ingrediente para la escalada de tensiones entre Estados Unidos y China con relación a la pandemia, el FBI y la CISA advirtieron a los científicos y a los funcionarios de salud pública estadounidenses que estén atentos al robo cibernético, después de haber identificado ciberataques provenientes del gigante asiático. Funcionarios citados por The Wall Street Journal creen que el Gobierno de Donald Trump podría ver la supuesta acción ilícita como un ataque directo a la salud pública de EE UU. Los piratas informáticos chinos están apuntando desde al menos el 2 de enero a universidades, farmacéuticas y otras empresas de atención médica que trabajan para encontrar una vacuna contra la pandemia, agregaron los funcionarios.
“El FBI emitió una advertencia basada en la presunción de culpabilidad y sin ninguna evidencia”, criticó la Embajada de China en Washington en una declaración escrita citada por medios locales, en la que apuntaban que la acusación “socava la cooperación internacional en curso contra la pandemia”. La alerta indicó que en los próximos días podrían divulgar nueva información técnica sobre las operaciones de piratería.
Hace menos de dos semanas, el Gobierno estadounidense publicó un informe en el que acusaba que el régimen de Xi Jinping “ocultó intencionalmente la gravedad” de la pandemia, iniciada en la ciudad china de Wuhan, mientras reforzaba sus provisiones de material sanitario. “Mi opinión es que cometieron un error, trataron de encubrirlo, es como un incendio”, sostuvo Trump en una entrevista reciente en la Fox.
Aunque el origen del nuevo coronavirus no está confirmado, el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, ha dicho que existen “enormes pruebas” de que la covid-19 salió de un laboratorio de Wuhan. Conocer el origen del brote es “verdaderamente importante”, afirmó este martes la Organización Mundial de la Salud, que está en conversaciones con Pekín sobre la posibilidad de enviar una nueva misión a Wuhan, después de la que mandó en febrero, para tratar de descubrir dónde y cómo se originó la pandemia que ha cobrado cerca de 300.000 muertes.