El señor Santo Felipe Romero esposo, abuelo y padre de las víctimas del derrumbe de una pared perteneciente a una ferretería, en el municipio de Baní dijo ayer que propietario del establecimiento no ha dado la cara ante lo sucedido.
Romero expresó que el dueño de la ferretería “El Conquistador”, César Sabasto, debió referirse a la magnitud de la tragedia ocurrida el pasado sábado en la que perdió la vida su esposa Verónica Carmona, de 49 años de edad; su hija Estefanía Romero Carmona, de 28 años, y su nieta Rubianny Melo de dos años.
“Ellos no han dado la cara, yo tampoco he ido, porque yo no tengo que ir donde ellos. Creo que ellos tienen que venir, porque ellos ocasionaron el problema. Lo único que quiero es que se haga justicia y que eso no se quede así. Aunque ellos tengan cuarto y yo soy pobre, la vida de mi familiam yo no la cambiaba ni por 10 ferreterías”, declaró Romero.
“Cuando la pared iba por mitad le dije a la persona encargada de la construcción que no continuara subiéndola, porque se notaba con desperfectos y me dijo que yo no sabía de lo que hablaba, que no era profesional y mira ahora. Me quedé sin mi esposa, sin mi nieta y sin mi hija, perdí todo”, enfatizó.
Dijo hace dos años ocurrió un incidente de fuga de agua y materiales en la misma pared, provocado por una fuerte lluvia, por lo que advirtieron al propietario de la ferretería sobre un eventual desastre que afectaría a los residentes.
El Gobierno ofreció ayudar a Romero, así como a los demás parientes de los fallecidos.