El presidente Danilo Medina pronuncio este martes, 27 de febrero, su discurso de rendición de cuentas en ocasión de la conmemoración del 174 aniversario de la Independencia Nacional. A continuación el texto íntegro de su alocución en el Congreso Nacional.
Discurso de Rendición de Cuentas del Excelentísimo Señor Presidente de la República, Lic. Danilo Medina ante la Asamblea Nacional.
27 de Febrero 2018
Honorable Dr. Reinaldo Pared Pérez,
Presidente del Senado de la República y de esta Asamblea Nacional;
Honorable Dra. Margarita Cedeño de Fernández,
Vicepresidenta de la República;
Honorable Lic. Cándida Montilla de Medina,
Primera Dama de la República;
Honorable Dr. Mariano Germán Mejía,
Presidente de la Suprema Corte de Justicia;
Honorable Dr. Milton Ray Guevara,
Presidente del Tribunal Constitucional;
Honorable Dr. Julio César Castaño Guzmán,
Presidente de la Junta Central Electoral;
Honorable Lic. Román Andrés Jáquez Liranzo,
Presidente del Tribunal Superior Electoral;
Honorable Sr. Rubén Maldonado,
Presidente de la Cámara de Diputados;
Honorable Dr. Hugo Francisco Álvarez Pérez,
Presidente de la Cámara de Cuentas;
Honorable Dra. Zoila Martínez Guante,
Defensora del Pueblo;
Honorables Miembros de la Asamblea Nacional,
Senadores y Diputados de la República;
Señores Ministros y demás funcionarios del Gobierno;
Su Excelencia Reverendísima Monseñor Ghaleb Moussa Abdallah Bader,
Nuncio Apostólico de su Santidad y Decano del Cuerpo Diplomático acreditado en el país;
Honorables Miembros del Cuerpo Diplomático y Consular Acreditados en la República Dominicana;
Honorables Miembros de Organismos Internacionales acreditados ante el Gobierno de la República Dominicana;
Autoridades Civiles y Militares;
Invitados especiales;
Distinguidos Miembros de la prensa;
Señoras y señores,
Pueblo dominicano,
Por segunda vez en este mandato, acudo ante este honorable Congreso de nuestra nación para rendir cuentas al pueblo dominicano.
En esta fecha solemne, nuestro pensamiento se dirige siempre en primer lugar a ese día crucial en nuestra historia: el 27 de febrero de 1844.
El día en que los trinitarios y sus seguidores se levantaron en armas para hacer realidad el sueño de una República Dominicana libre, independiente y soberana.
Del heroísmo que estos hombres y mujeres mostraron entonces no nos cabe ninguna duda, por eso les brindamos, hoy y siempre, nuestro más sincero reconocimiento.
Y, sin embargo, la lección más importante que nos dejaron no fue la valentía que mostraron ese día, sino algo mucho más importante: la perseverancia que mostraron después, durante años de esfuerzo, hasta ver cumplido su sueño.
Porque después del 27 de Febrero las batallas continuaron: en fuente del Rodeo, en El Memiso, en La Estrelleta y en muchos otros frentes, hasta llegar a Sabana Larga y a La libertad.
Y fue la firme voluntad de seguir luchando, sin rendirse, lo que llevó a aquellos héroes a conquistar la victoria y a ocupar el lugar de honor más alto en nuestra historia.
Fue su fe y su claridad de ideas lo que les permitió avanzar sin descanso y sin desviarse de su objetivo.
Esa es la gran lección que no debemos olvidar.
Esa es la gran diferencia entre hablar de sueños y convertirlos en realidad.
Es lo que separa a las personas que hacen promesas de las que cumplen compromisos.
Es lo que permite distinguir un verdadero proyecto de país de una ilusión electoral.
Dominicanos y dominicanas,
Esa perseverancia y esa decisión, han sido nuestra brújula a lo largo de los más de cinco años que he tenido el honor de ser presidente de la República Dominicana.
Les dije en 2012 que íbamos a construir un sueño juntos y, desde entonces, no hemos hecho otra cosa que trabajar, día a día, meta a meta, proyecto a proyecto, los siete días de la semana, para que cada compromiso que adquirimos se haga realidad.
Les dije que trabajaríamos con la gente y para la gente, y no hay una sola iniciativa de nuestra gestión que no esté pensada para servir al pueblo dominicano.
Esa fe y ese compromiso con nuestra patria es el alma de este gobierno.
Nuestra motivación para seguir dando lo mejor de nosotros.
Por supuesto, sabíamos desde el principio que lo que nos proponíamos lograr como país no sería una tarea fácil.
Que no se resolvería en una sola batalla.
Y sabemos ahora, después de más de cinco años de trabajo intenso y planificado, que aún nos queda mucho por hacer.
Pero no vamos a parar.
No vamos a bajar el ritmo.
¡Especialmente no ahora, después de todas las batallas que hemos ganado juntos!
Nuestros próceres no pararon de luchar hasta dejar a sus hijos el legado de una nación independiente, soberana y en paz.
Y nosotros, siguiendo humildemente su ejemplo, continuaremos trabajando sin descanso mientras esté bajo nuestra responsabilidad el futuro de nuestro país.
Tenemos un rumbo, tenemos un destino y tenemos un propósito.
Y tenemos, por supuesto, mucho que celebrar como país, fruto del esfuerzo de todos y todas.
Por eso, aunque nos queden desafíos por superar, y aunque debamos seguir trabajando por la Patria día tras día, me gustaría que, en esta fecha tan señalada por la historia, nos tomáramos un poco de tiempo para mirar, con objetividad y justicia, todo lo que hemos conquistado.
Dominicanos y dominicanas,
En estos años hemos logrado posicionarnos como uno de los países que más invierte en educación de la región y, sin duda, el que más edificaciones escolares ha construido en tan poco tiempo.
Hemos vuelto a superar nuestra meta de creación de empleos, y además de empleos formales y dignos.
Hemos acercado la salud a la gente como nunca antes, gracias a la ampliación de la red de atención primaria, y estamos completando la mayor renovación de nuestro sistema hospitalario de las últimas décadas.
Hemos vuelto a ser uno de los países que más ha crecido del continente, a pesar de las dificultades que nos plantearon los fenómenos naturales.
Y volvimos a tener cifras récord en llegada de turistas, en producción de alimentos y en atracción de capitales extranjeros.
En 2017, declarado año del desarrollo agroforestal, batimos récords en la plantación de árboles y en la recuperación de áreas naturales.
Hemos puesto en marcha una auténtica revolución en el campo y también en el acceso al crédito, creando oportunidades para miles de productores y emprendedores en todo el país.
Hemos modernizado nuestra red vial, de Norte a Sur y de Este a Oeste, con infraestructuras de primer nivel y un eficiente sistema de atención en carreteras.
En menos de 2 años, República Digital, que parecía un sueño, está transformando los servicios públicos, la forma de hacer negocios y la manera de aprender en las aulas.
Hemos construido miles de viviendas, para los más vulnerables y para la clase media.
Hemos realizado subidas salariales históricas a cientos de miles de servidores públicos que educan a nuestros hijos, cuidan de nuestros enfermos y se juegan la vida en las calles por nuestra seguridad.
Y, en estos años, hemos ampliado un 86% el presupuesto para la justicia y la persecución del delito.
Hemos logrado tener un sistema de atención a emergencias que ya es un referente regional.
Hemos implementado más reformas y medidas a favor de la transparencia y la eficiencia en el gasto público que ningún otro gobierno de nuestra historia democrática.
Y hemos logrado mejorar las recaudaciones del Estado sin subir impuestos, solo mejorando la administración tributaria.
Amigos y amigas,
Hay que caminar por las calles de nuestro país para ver como se ha transformado.
El que conoce nuestras calles, nuestras comunidades y nuestros pueblos no puede tener ninguna duda de la magnitud del cambio.
En todo el país está surgiendo una nueva clase media, de familias que antes no tenían una casa y ahora sí la tienen.
De trabajadores que antes no tenían un carro y ahora sí lo tienen.
De madres que pueden volver a estudiar, de cientos de miles de personas que ahora tienen acceso al crédito para poner en marcha su negocio y de jóvenes que tienen oportunidades de estudiar y especializarse, tanto aquí como en el extranjero.
Dicho en cifras concretas, entre septiembre de 2012 y finales de 2017 la pobreza en nuestro país se redujo de 39.7% a 25.5%, mientras la clase media creció de 22.6% al 30%.
Señoras y señores, la clase media dominicana ha crecido a niveles históricos: 7.4 puntos porcentuales en los últimos cinco años.
Sin embargo, no podemos darnos por satisfechos.
Ahora nuestro gran reto es dar apoyo a ese grupo todavía demasiado numeroso que ha superado el umbral de la pobreza, pero aún no se ha consolidado como clase media, me refiero a los llamados vulnerables.
Esa es la gran lucha que tendremos en los años siguientes.
Impulsar políticas para que el que aún está en la pobreza salga de ella, y el que ya salió de la pobreza deje atrás la vulnerabilidad, deje atrás el miedo y quede definitivamente asentado en la clase media dominicana.
Y esa es la batalla que vamos a ganar, teniendo una economía cada vez más sólida y productiva, y un Estado de bienestar cada vez más eficiente y confiable.
A esta batalla estamos dedicando enormes esfuerzos, porque queremos que este país de clases media emergentes no sea un sueño efímero, sino un cambio profundo, duradero y sin marcha atrás.
Señoras y señores,
Este año, si me lo permiten, en mi rendición de cuentas voy a poner menos énfasis en las cifras y más en el porqué de las cosas.
Por supuesto, les daré los datos que confirman todos los logros que acabo de compartirles y muchos otros, pero sobre todo, me gustaría explicar al pueblo dominicano cuál es nuestro propósito, cuál es el horizonte que motiva cada una de nuestras acciones.
Quiero contarles de qué forma, en cada uno de los pasos que da este gobierno, los ciudadanos son los protagonistas.
Voy a explicarles exactamente por qué este es un gobierno con la gente y para la gente.
Comenzaremos con el balance económico, sin cuyo progreso y estabilidad, no podríamos avanzar en ninguna otra iniciativa.
Como les decía anteriormente, 2017 fue otro año de crecimiento sostenido de nuestra economía, que cerró con un aumento de 4.6% del Producto Interno Bruto.
Este crecimiento fue posible a pesar de los efectos de los huracanes Irma y María, que junto a las lluvias e inundaciones de principios de año, provocaron pérdidas por más de RD$49,000 millones; especialmente en infraestructura vial, agricultura, vivienda y comercio.
Eso nos planteó un gran reto como país, tanto en la ejemplar respuesta a la emergencia, como también y sobre todo, después.
Familias que perdieron sus hogares, infraestructuras destruidas, áreas que quedaron aisladas, productores que vieron sus campos anegados y comerciantes que vieron sus esfuerzo destruidos.
Y en respuesta a esas circunstancias, tomamos decisiones y ponemos en marcha acciones, siempre pensando primero en la gente.
En este caso, la primera acción económica fue disponer una fuerte inyección de inversión pública.
Es decir, poner los recursos para que fuera posible realizar todas las labores de ayuda y reconstrucción lo antes posible.
Esto logró un doble objetivo, en primer lugar, devolver al país a la normalidad y, por otra parte, generar empleo en un momento en que era especialmente necesario.
Por su parte, el Banco Central implementó medidas como la liberación de más de 23 mil millones de pesos del encaje legal y el recorte de la tasa de interés.
Lo que permitió que hubiera suficiente liquidez y que nuestra economía retomara su ritmo rápidamente.
Por eso, durante el último trimestre del 2017 crecimos al 6.5%, es decir, logramos superar las dificultades con rapidez y eficiencia y eso se reflejó en la economía inmediatamente.
Es lo que ha servido de apoyo a los organismos internacionales para proyectar un crecimiento de nuestra economía superior al 5,5% para el 2018.
Paralelamente, la inflación promedio para todo 2017 fue de apenas 4.2%.
Soy consciente que algunas veces digo estas cifras y mucha gente no sabe cómo eso les impacta, así que voy a explicarlo muy brevemente.
Una inflación baja y estable quiere decir que los precios en el mercado, en promedio, no tuvieron grandes variaciones ni se dispararon, ni por los problemas climáticos, ni por ninguna otra causa.
Eso es el resultado de la estabilidad y el manejo responsable de la economía.
Como llevamos años disfrutando de cifras bajas de inflación quizá no parezca tan importante, sin embargo, si miramos atrás en nuestra historia o si vemos las dificultades por las que pasan o han pasado otros países hermanos de América Latina, con tasas de inflación de 2 y 3 dígitos, comprenderemos porqué es tan importante mantener una baja inflación.
Lo mismo ocurre con la estabilidad cambiaria del peso, que tuvo una depreciación interanual de 3.3%, menor a lo estimado cuando elaboramos el presupuesto del 2017.
Esa estabilidad en nuestra moneda fue lo que permitió que por primera vez en la historia monetaria de la República Dominicana se colocaran bonos denominados en peso dominicano en el mercado financiero internacional.
Esa es la mayor demostración de confianza en la economía de nuestro país.
Por ejemplo, nuestro indicador de riesgo-país permanece considerablemente por debajo del promedio de los países latinoamericanos.
Es decir, agencias internacionales de calificación de riesgo como Moody’s o Fitch o la propia OCDE, nos consideran un país cada vez más confiable para los inversores.
¿Y para qué sirve eso?, pueden preguntarse.
Pues bien, entre otras cosas, para que el país obtenga financiamiento a tasas mejores y para que vengan inversionistas a crear oportunidades de empleos para nuestra gente.
Esa confianza es la que ha favorecido que la inversión extranjera directa aumentara más de 48% en el último año, alcanzando la cifra de 3,570 millones de dólares.
Sí, 3,570 millones de dólares que inversionistas extranjeros han traído a la República Dominicana para iniciar nuevos negocios y generar más empleo.
Todo esto demuestra la imagen positiva que se tiene a nivel internacional del manejo macroeconómico actual y las perspectivas futuras de la economía nacional.
Es decir, no son solo cifras, son razones objetivas para el optimismo, porque detrás de ellas hay beneficios tangibles para la población.
Por ejemplo, este año el incremento en la liquidez económica se tradujo en más acceso al crédito y con tasas de interés más bajas, tanto para el consumo, como para la inversión productiva.
Es decir, significó que muchos emprendedores pudieron acceder a financiamiento para iniciar o ampliar su negocio y que miles de hogares pudieron adquirir nuevos bienes con créditos accesibles.
Este es el círculo virtuoso de la producción, el consumo y el empleo que trae consigo la creación de clases medias.
Por eso, cuando hablamos de crecimiento económico no hablamos de algo abstracto, hablamos de mejores ingresos y más oportunidades para millones de hogares.
Y ese es nuestro propósito: que el crecimiento llegue a todos y todas, que todos se beneficien de este período de creación de riquezas, en definitiva, que la economía esté al servicio de la gente.
Señoras y señores,
Sin duda, una de nuestras grandes metas desde el primer día de gobierno es la creación de empleos.
Nos preocupa permanentemente crear las condiciones económicas y sociales que permitan a nuestra gente obtener un empleo digno, sacar adelante sus hogares, cumplir sus propios sueños y sus propias metas.
Ese es y ha sido siempre uno de nuestros grandes compromisos con la gente.
Crear 100,000 puestos de trabajo anuales. Y lo estamos cumpliendo y superando, cada año.
En 2017 volvimos a cumplir ampliamente nuestra meta: se crearon 120,237 puestos de trabajo adicionales.
Y si revisamos la cifra total de nuevos ocupados desde septiembre del 2012 a diciembre del 2017, encontramos que el número de empleo ha aumentado en 606,019 puestos de trabajo.
Vemos entonces que nuestros empleos no están creciendo 100,000 por año, que ya era una meta ambiciosa, sino 120,000 empleos por año, lo que es un resultado sin precedentes.
Se trata, además, de empleos cada vez más formalizados y con más derechos, como muestra la cifra de cotizantes del régimen contributivo de la Seguridad Social, que registró 111 mil nuevos afiliados a lo largo del 2017.
Y hablamos también de empleos mejor remunerados.
¡Pregúntenle a un maestro, pregúntenle a un trabajador de la salud, pregúntenle a un agrónomo, a un agente de policía o a un militar, pregúntenle a un fiscal!
Todos ellos han visto sus sueldos y sus condiciones de trabajo mejoradas.
Pueden preguntarles también a los trabajadores del sector privado, a los que menos ganaban, que con la mediación del Ministerio de Trabajo recibieron un aumento del 20% entre mayo y noviembre del año pasado.
Estamos, por tanto, creando cada vez más empleo y cada vez de mayor calidad para nuestro pueblo.
¿Y dónde están todos esos empleos?, podrán preguntarse algunos.
Pues bien, les daré algunos ejemplos.
En 2017 nuestro país recibió 6.2 millones de turistas, cumpliendo así nuestra meta anual encaminada a alcanzar los 10 millones de turistas al finalizar el año 2023.
Dentro de este dato es especialmente destacable que a lo largo del año llegaron más de un millón cien mil cruceristas, esto supone un crecimiento del 39.7% gracias, en buena medida, al éxito de la terminal Amber Cove de Puerto Plata.
Si sumamos el millón cien mil cruceristas a los 6.2 millones de turistas totalizan 7.3 millones de personas que visitaron la República Dominicana el año pasado.
Y que generaron divisas para la República Dominicana por un monto aproximado a los US$7,200 millones.
Para que se hagan una idea, para acomodar a todos estos visitantes, los hoteles dominicanos ya abrieron 8,366 nuevas habitaciones y están en construcción unas 15,000 adicionales.
Además, como parte de esa misma estrategia, el Consejo de Fomento Turístico aprobó en 2017 la clasificación de 73 proyectos turísticos, que generarán a su vez alrededor de 27,000 empleos directos e indirectos.
En la actualidad, el sector turístico en nuestro país genera más de 330 mil empleos directos, más de la mitad de ellos ocupados por mujeres.
Además, genera oportunidades para otros sectores estratégicos, como la producción de alimentos, la construcción, el comercio, el transporte, entre otros.
Hace menos de una semana dejamos inaugurada la Escuela de Hotelería, Gastronomía y Pastelería de Higüey.
Se trata de un centro especializado que formará a profesionales de excelencia.
Se ha estimado que cada año se graduarán 1,800 técnicos para cubrir la demanda de personal que tienen los hoteles de la zona Este y el resto del país.
Señoras y señores,
En 2017 seguimos prestando una atención continua al campo y recorriendo el país para apoyar a nuestros productores.
Porque así, no solo mejoramos sus vidas y las de sus comunidades, sino que contribuimos a que todo el país tenga alimentos de calidad, a precios asequibles y a que cada vez más sectores se sumen a la industria alimentaria, generando aún más negocios y más empleo.
Permítanme decirlo llanamente: la República Dominicana no puede ser un país de clases medias sin la contribución fundamental del campo, que es una de nuestras grandes fortalezas.
Por eso es tan importante que nuestros productores tengan acceso al crédito con las tasas de interés más bajas de la historia.
Recordemos que esas tasas han pasado del 18% al 8% y en algunos casos al 5%.
Así, el Banco Agrícola otorgó el año pasado 22,000 millones de pesos en créditos a proyectos agropecuarios y entre agosto de 2012 y el 8 de febrero de este año se han concedido más de 90,000 millones de pesos en financiamientos.
Recordemos que cuando llegamos al gobierno teníamos como meta prestar RD$45,000 millones en 4 años, que fue lo que solicitaron los productores en el congreso agropecuario del 2012 en Punta Cana.
Ese fue nuestro compromiso ¡Y en menos de seis años ya lo hemos duplicado!
Los productores, por su parte, han respondido a nuestra confianza con su seriedad en el pago.
Me complace decir que el índice de mora se ha reducido sustancialmente en estos años, pasando del 36% en el año 2012 al 8.45% en el 2017.
Y es igualmente importante que desde mayo de 2013 hemos aportado RD$550 millones a 55,249 pólizas de seguro que están protegiendo la cosecha de más de 3 millones 450 mil tareas de tierra.
Gracias a esta cobertura, los productores no acumulan deuda en años de clima difícil, como el pasado, y pueden seguir cultivando.
Todo esto nos ha permitido sembrar confianza y tranquilidad en el campo.
Por eso, ahora estamos recogiendo cosechas récord de alimentos y en 2017 exportamos productos agropecuarios por más de US$2,000 millones.
Gracias a este acompañamiento constante, a la coordinación de nuestras instituciones y al trabajo de los hombres y mujeres del campo, el sector agropecuario cerró el año con un crecimiento de 5.9%, y el área de superficie sembrada y cosechada aumentó un 3.43%.
Este crecimiento productivo permite que los precios de los alimentos se mantengan estables, como les explicaba al hablar de inflación.
Por eso es tan necesario, porque se refleja directamente en la mesa de millones de hogares dominicanos.
Y por eso, entre otras razones, también he continuado realizando visitas sorpresa por todo el país.
A lo largo de 2017 me acerqué en 40 ocasiones a las comunidades para ver, escuchar, y por supuesto, poner en marcha medidas para apoyar a nuestra gente, allá donde estén.
El resultado en el año 2017 fueron 299 compromisos que serán objeto de un seguimiento riguroso.
Desde que comenzamos en 2012 hasta la fecha, hemos realizado 195 visitas y se han ejecutado RD$29,840 millones que están contribuyendo a formar cadenas de valor en los campos de la República Dominicana.
Este es el caso, por solo poner un ejemplo, de los productores lácteos, a los que hemos asistido con créditos y con apoyo técnico hasta el punto que han multiplicado su producción y ahora suministran el desayuno a cientos de comedores escolares en todo el territorio nacional.
Pero nuestro apoyo al campo no se queda aquí.
Avanzamos también en materia de sanidad animal y vegetal con la erradicación de la Mosca del Mediterráneo, lo que nos ha valido el reconocimiento de organismos internacionales y ha permitido que los productores en invernadero aumentaran sus exportaciones.
Y seguimos trabajando por un campo moderno, tecnificado y bien planificado.
Por eso, hace menos de un mes, el Ministerio de Agricultura creó el Registro Único de Productores Agropecuarios.
Esta novedosa herramienta nos permitirá contar siempre con información confiable de forma rápida y precisa.
Podremos, así, identificar y cuantificar el número de productores nacionales, conocer su ubicación exacta, el área total que producen e identificar la producción agrícola y pecuaria, la variedad y la especie.
Esta plataforma y su valiosa información, nos servirá para brindar asistencia personalizada a cada productor, para dar una mejor respuesta ante cualquier eventualidad y para orientar la toma de decisiones.
Pero volviendo a los empleos.
Veamos ahora qué otros sectores, además del turismo y el campo, están abriendo oportunidades de futuro para los dominicanos y dominicanas.
Señoras y señores,
Como he mencionado, en los últimos años hemos creado en la República Dominicana un mercado interno en expansión.
Tenemos una nueva clase media que demanda todo tipo de productos y nuestros productores la satisfacen hasta el punto que los dominicanos ya producimos más del 85% de lo que comemos y eso nos da una gran fortaleza como país.
Sin embargo, aún después de satisfacer esta demanda, queda un amplio excedente de productos agropecuarios y de otros rubros.
Productos de excelente calidad, que podemos exportar.
De hecho, estoy convencido de que el desarrollo del sector exportador es el mejor mecanismo de crecimiento para nuestra economía, convirtiendo ese excedente en empleos y divisas.
En 2017, por primera vez, nuestras exportaciones superaron la barrera de los 10,000 millones de dólares.
Y es bueno destacar que tenemos un gran espacio para seguir creciendo.
En realidad, pocos sectores tienen tanto potencial para crear empleo y crecimiento a corto, medio y largo plazo como las exportaciones.
Por eso, durante todo 2017 emprendimos acciones encaminadas a impulsar una auténtica cultura exportadora en nuestro país.
Esos esfuerzos se van a redoblar en este 2018 que he declarado como el año del fomento a las exportaciones.
Entre las acciones que se han puesto en marcha se destaca la creación del Banco de Desarrollo de las Exportaciones, el BANDEX y la puesta en funcionamiento de la Ventanilla Única de Comercio Exterior.
Además, creamos ProDominicana, como mecanismo para reforzar la coordinación de todos los esfuerzos de promoción de nuestras exportaciones y también como agencia especializada para dar respuesta a las necesidades de los exportadores a todos los niveles.
Por otra parte, pusimos en marcha la Mesa del Caribe en la que, aunando esfuerzos con el sector privado, se están identificando oportunidades de exportación para los productores dominicanos en nuestra región más cercana.
Todo este esfuerzo ya está dando sus frutos, pero va a continuar y a multiplicarse exponencialmente en 2018, que deseamos sea el año en el que definitivamente despeguen nuestras exportaciones.
Y no solo para los grandes productores, sino también para los medianos y los pequeños.
Todos ellos tienen el potencial para salir y conquistar estos mercados. Sobre todo si trabajamos todos juntos.
Como primera herramienta para lograrlo, reactivaremos muy pronto la Mesa de las Exportaciones, tal como hicimos con el Consejo de Competitividad.
En esa mesa estarán todos los actores que tienen responsabilidades en la implementación del primer Plan Nacional de fomento a las Exportaciones, que presentaremos en la primera reunión de esa mesa y que será nuestra hoja de ruta para dar a la exportación un impulso sin precedentes en este año 2018.
Señoras y señores,
Con respecto al Consejo de Competitividad, debo decir que, en los últimos meses, se ha convertido en otra excelente herramienta para el progreso, impulsando medidas para facilitar los negocios en nuestro país.
Por ejemplo, ya tenemos el compromiso de las instituciones de reducir de 7 días a 3 días el plazo para la apertura de empresas.
También se han puesto en marcha medidas para reducir drásticamente los plazos para la renovación y emisión de los registros sanitarios y también se están agilizando los procesos para la reducción de los permisos de construcción.
Seguiremos facilitando los trámites comerciales y allanando el camino a nuestros emprendedores y productores, porque sabemos que, así, impulsamos la creación de oportunidades de formación y empleo dignos para todos y todas.
Señoras y señores,
Y en este sentido, debemos hablar también de otro sector que sigue recuperándose y generando empleos año tras año; me refier