El primer ministro del Líbano, Saad Hariri, ha anunciado su dimisión después de la ola de protestas que ha paralizado al país durante más de una semana. Los manifestantes acusan a las autoridades de corrupción y de provocar un colapso económico, informa Reuters.
Hariri explicó este martes durante un discurso televisado a la nación que ha llegado a un “callejón sin salida”. Su renuncia se produce contra la voluntad de la influyente organización chiita Hezbolá, que insistía en que el mandatario debía mantener su puesto para evitar un vacío de poder.
Las manifestaciones respondieron a la mayor movilización social libanesa desde 2005, cuando los movimientos populares provocaron la salida del país de las Fuerzas Armadas de Siria. Los manifestantes ahora exigían no solo la renuncia de la cúpula política, sino un cambio radical del sistema gubernamental.