Son muchas las razones por la que una madre decide dar a su hijo en adopción o por la que una mujer decide tomar a una criatura en brazos y quedarse con ella, aunque este no sea su hijo biológico.
Hace 35 años que Rosa (nombre ficticio) adoptó a su hijo de una manera informal, este era un bebé de unos cinco meses, enfermo y su madre no podía atenderlo.
Rosa cuenta que, la mujer fue con el niño para que ella se lo cuidara hasta que llegara de su trabajo porque su familia no quería quedarse con él.
Le recomendamos leer:
- Dados en adopción: “El aborto nunca fue una opción”, cuenta la madre de una…
- Dados en adopción: El 27% de las adopciones que se hacen en el país…
A pesar de que la dama cumplió su palabra y acudió diligentemente todos los días a buscar al niño, en una ocasión nunca volvió, por lo que Rosa tuvo que encargarse de curarlo y criarlo como si fuera suyo.
“Los padres del niño se dejaron y ella (la mamá) quería trabajar y no encontraba quien se lo cuidara, todo el mundo se le negó, ella habló con la familia entera y nadie lo quería porque él estaba muy enfermo”, cuenta con nostalgia.
La primera conexión que tuvo con el infante, y la razón primordial por la que decidió cuidarlo, fue porque cuando se negó a quedarse con el bebé, este la miró a los ojos y empezó a llorar.
Al tomarlo en sus brazos, manifiesta que le advirtió a la madre biológica del niño, que este estaba enfermo, pero la mujer le prometió que solo lo cuidaría hasta la tarde.
“Pasaron dos semanas y luego de eso ella no volvió. Mi hijo casi se muere, él se apretaba mucho del pecho, pero gracias a Dios con el tiempo se curó”
Debido a la condición de salud del menor, Rosa se trasnochaba todos los días haciendo remedios para el niño y aseguró que, con estos, el infante iba mejorando poco a poco.
Tras ella quedarse de manera informal con la custodia del niño, se enteró que la mamá de este había salido embarazada nuevamente y que su salud había desmejorado mucho.
Manifiesta que la mujer estaba trabajando y que, al dar a luz, estuvo varios días en el hospital durmiendo en el piso, y cuidando al niño que le había nacido, enfermo y murió.
Antes de morir sus palabras fueron las siguientes:
“No le quiten el niño a Rosa, ese es su hijo”
Padre reclama custodia
Después haber criado al niño, el padre biológico de este fue a la casa de Rosa a pedirlo. Cuenta que se llenó de impotencia al ver el abuso que estaban cometiendo con ella.
“Yo le dije que no lo daba, que mejor íbamos a justicia y el me lo arrebato, y yo le rompí hasta la camisa”, expreso con indignación.
A pesar de esta situación, el niño iba todos los días a la casa de Rosa y dice la reconoce como su única madre.
Aunque yo no lo haya traído a este mundo, ese es mi hijo y entre el y los demás, no hay ninguna diferencia