De acuerdo al fallo, que desestimó el dictamen de un tribunal inferior, los bienes del exdictador chileno (1973-1990) no podrían quedar en manos de sus herederos debido a que son de origen ilícito. El dictamen anula los bienes legados por Pinochet a su viuda y a sus cinco hijos porque no pueden considerarse “terceros adquirentes de buena fe” debido a que antes de que los legara ya se conocía que fueron mal habidos y se habían decretado medidas cautelares sobre ellos.La fortuna secreta que el dictador, muerto el 10 de diciembre de 2004, mantenía en el exterior se conoció en 2004 por un grupo de senadores estadounidenses que, producto de una investigación por causas distintas, encontraron millonarias cuentas bancarias a nombre de Pinochet u otros nombres falsos en el Banco Riggs.La investigación judicial estableció que Pinochet, con la ayuda de oficiales de su entorno, sustrajo dineros de caudales públicos y los depositó en varios bancos, especialmente en el Riggs. Pinochet siempre negó que se tratara de dineros mal habidos y afirmó que eran producto de “ahorros” de toda su vida, lo que quedó demostrado que era falso.
A lo largo de los años los dineros y bienes de Pinochet fueron incautados, aunque después de fallecido, dictámenes judiciales autorizaron usar parte de ellos para pagar impuestos territoriales.
La fortuna de Pinochet también estaba conformada por propiedades y vehículos.