Caracas, (EFE).- La Asamblea Nacional Constituyente (ANC)de Venezuela, compuesta solo por oficialistas, aprobó hoy mediante un decreto que las elecciones presidenciales previstas para este año se celebren en el primer cuatrimestre de 2018.
“Aprobado por aclamación”, sentenció la presidenta de la ANC, Delcy Rodríguez, tras la votación unánime de los constituyentes que dio luz verde a esta resolución.
La ANC es un órgano plenipotenciario no reconocido por la oposición y numerosos Gobiernos por haber sido conformado sin un referendo previo de aprobación como indica la Constitución. Rodríguez calificó esta aprobación de “decisión histórica” ya que el país tendrá que decidir en “la coyuntura histórica que se le ha presentado”.
“Si seguiremos siendo una patria libre e independiente o, cosa que jamás pasará, se pretenda volver al modelo de esclavitud política, ideológica, económica, social”, expuso.
El ponente del decreto fue el constituyente Diosdado Cabello,quien recordó que las elecciones debe convocarlas formalmente el Consejo Nacional Electoral (CNE) pero que el texto aprobado hoy es”de obligatorio cumplimiento por todos los poderes según Constitución”.
El también primer vicepresidente del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) indicó que el chavismo tiene un sólo candidato y recordó las palabras del presidente Hugo Chávez el 8 diciembre de 2012 cuando pidió elegir a Nicolás Maduro como presidente.
“Si algo me ocurre elijan a Nicolás Maduro como presidente de la República. Lo dijo el presidente Chávez”, recordó Cabello al presentar la propuesta para convocar las elecciones.
Cabello también afirmó que ante las sanciones que han impuesto EE.UU. y la Unión Europea la respuesta son “más elecciones”.
“Habrá unidad revolucionaria, habrá patria y habrá revolución por muchos años y por mucho tiempo”, reiteró. Tras aprobarse el decreto, los asambleístas gritaban la consigna”el pueblo consciente, Maduro presidente”.
La celebración de elecciones presidenciales “libres” y “justas”es una de las demandas de la oposición en el diálogo político con el oficialismo, así como una nueva composición de rectores del Consejo Nacional Electoral (CNE), un órgano del que desconfían.