NO ES CARTA BLANCA
Pasó un día desde el anuncio presidencial hasta que las autoridades sanitarias entregaron más detalles sobre la medida. En unas sonadas declaraciones, el ministro de Salud chileno, Enrique Paris, enfatizó que el pase no es “un ‘chipe libre’ (carta blanca) de libertades”, alejando la quimera de retornar a la normalidad.
Sin embargo, aclaró que sí servirá para moverse en barrios confinados y habilitará para cambiar de localidad y viajar entre regiones, algo que lleva prohibido desde hace meses, y que según los últimos anuncios solo podrán realizar quienes se encuentren en zonas que no estén en cuarentena total.
A una semana de su implementación, muchos ciudadanos todavía tienen dudas de cuáles son sus beneficio.
SE MANTIENEN LOS AFOROS
Desde del Ministerio de Salud, afirmaron a Efe que el pase “no modifica en ningún caso los aforos” establecidos en el plan gubernamental que lleva en vigor desde que comenzó la pandemia, y que impone unas medidas distintas en cada barrio en función de su situación epidemiológica.
“También se mantienen para los vacunados las medidas individuales de autocuidado como el uso de mascarilla o distanciamiento físico”, agregaron.
El instructivo del Gobierno establece que las reuniones tanto en los hogares como en los exteriores serán de un máximo de 30 personas en el mejor de los escenarios epidemiológicos, una situación de la que solo disfrutan actualmente alrededor de una decena de los 340 barrios del país.
La mayoría de localidades siguen todavía con confinamientos parciales e, independientemente de la vacuna, mantendrán aforos en el interior de bares y restaurantes al 25 % y solo permitirán reuniones de entre 5 y 15 personas tanto en interiores como exteriores.
VIAJAR SÍ, PERO NO COMO ANTES
El pase permitirá también moverse entre las distintas regiones de Chile y viajar cualquier día de la semana a otras zonas que no se encuentren en cuarentena pero siempre “respetando las restricciones de actividades asociadas al lugar en que se encuentra”, aclararon.
Se trata de uno de los anuncios más esperados -las zonas costeras cercanas a la capital ya han recibido la visita de miles de turistas- pero aún así, nadie estará eximido de cumplir las normas vigentes en la localidad de destino y en las playas será obligatorio para todos llevar la mascarilla excepto para meterse al agua.
Tampoco se modificará para nadie el toque de queda, que rige de 22.00 horas a 5.00 horas en todo el territorio nacional.
Además, el pase de movilidad no funcionará como un “pasaporte de vacunación”: no servirá para viajar a otros países y solo entregará beneficios dentro de propio territorio chileno.
¿CÓMO OBTENERLO?
Chile, de 19 millones de habitantes, es el segundo país del mundo con más porcentaje de población inoculada con dos dosis (53 %), solo por detrás de Israel, y por delante de otros gigantes de la vacunación como Estados Unidos y Reino Unido, además de todo el resto de Latinoamérica, según datos de la Universidad de Oxford.
De los 10,8 millones de personas que ya completaron su esquema de vacunación, más de 8 millones ya han obtenido el pase, que se descarga, a partir de 14 días después de la última dosis, en forma de código QR desde una plataforma estatal tras un registro sencillo.
EN EL PUNTO DE MIRA
Algunas voces, especialmente entre el sector turístico y hotelero, celebraron este carné que se toma como un respiro para la ciudadanía tras las estrictas cuarentenas, que dispararon los indicadores de salud mental y supusieron el fin para miles de negocios.
Sin embargo, la identificación recibió un aluvión de críticas por parte de numerosos expertos que aluden a que “no es el momento epidemiológico adecuado”: un día después de habilitarse, Chile volvió a superar los 8.000 casos nuevos, la cifra más alta desde marzo, cuando el país estuvo al borde del colapso sanitario.
“Tanto en Israel como en Nueva York, el pase se instaló con un mejor escenario epidemiológico, aquí estamos lejos de ese escenario y esta medida nos puede traer muchas más complicaciones que beneficios”, explicó a Efe el secretario general del Colegio Médico de Chile (Colmed), Jose Miguel Bernucci.
En la última semana repuntaron tanto los casos como los ingresos a unidades de cuidados intensivos, que mantienen una tasa de ocupación por encima del 95 % en todo el país, y casi del 99 % en la capital, pese al trepidante proceso de vacunación.
“Las cifras nos dicen que deberíamos ser más cautos y esperar. Todavía hay incertidumbre respecto a la circulación de variantes como la brasileña o la andina”, agregó por su parte Nicolás Muena, virólogo de la Fundación Ciencia y Vida. EFE