Comienza la cuarentena obligatoria para los viajeros que visiten Reino Unido

Londres.- La polémica cuarentena que obliga a los viajeros que lleguen al Reino Unido a someterse a un encierro de 14 días ha entrado este lunes en vigor, una medida que el Gobierno británico ve necesaria para evitar la propagación del coronavirus, pero que ha puesto en pie de guerra al sector turístico y de la aviación.

La norma se enmarca en el proceso de desescalada que el Reino Unido ha iniciado a diferentes velocidades según las regiones, y que ya permite la vuelta a los colegios de algunos cursos de primaria y la apertura de tiendas de algunos bienes no esenciales, aunque bares y restaurantes continúan sirviendo solo pedidos a domicilio.

El grupo hispanobritánico IAG (que incluye a British Airways, Iberia, Vueling, LEVEL y Aer Lingus) y sus rivales, la británica easyJet y la irlandesa Ryanair, han remitido una carta al Gobierno como parte del proceso judicial que han iniciado para pedir a los tribunales que cancelen la cuarentena.

En la misiva, a la que tuvo acceso Efe, las aerolíneas aducen que la medida es “desproporcionada” e “injusta” e instan al Ejecutivo del primer ministro, Boris Johnson, a eliminarla porque, matizaron, “tendrá un efecto devastador para el sector turístico con la destrucción de miles de puestos de trabajo en esta crisis sin precedentes”.

VIAJEROS EN ESTRICTO CONFINAMIENTO

Desde hoy cualquiera que llegue al Reino Unido en avión, ferry o tren, incluidos los ciudadanos británicos, debe rellenar un formulario para proporcionar sus datos de contacto y alojamiento en el país y, si no lo tiene, el Gobierno le facilitará uno que será costeado por el visitante.

Se recomienda utilizar un vehículo propio, siempre que sea posible, para evitar el uso del transporte público y los taxis y, una vez en la residencia elegida, no se debe salir para ir a trabajar, acudir a la escuela o a ningún lugar público, ni siquiera para comprar alimentos o medicinas, ya que se aconseja contar con alguien de confianza para hacer estas gestiones.

La medida contempla que agentes británicos realicen visitas domiciliarias aleatorias para vigilar que la norma se cumpla, aunque el sector turístico ha puesto en duda que esto sea posible aludiendo, como ejemplo, a los problemas que el Ejecutivo está teniendo para poner en funcionamiento su sistema de rastreo de contagios.

Hay excepciones que cubren a los ciudadanos procedentes de la vecina Irlanda y a los trabajadores de ciertas industrias, como la agricultura, el transporte por carretera y los profesionales sanitarios, pero para el resto se trata de una pauta obligatoria y su incumplimiento puede acarrear una multa de hasta 1.000 libras (más de 1.100 euros).

LA INDUSTRIA TURÍSTICA EN PIE DE GUERRA

Unas quinientas empresas de la industria turística británica, que representa en torno al 6 % de la economía del país, han anunciado que estudian respaldar la querella presentada por las aerolíneas y han creado la campaña “Quash Quarantine” (Aplastar la cuarentena) para tratar de que se revoque la medida, informó hoy “The Daily Telegraph”.

El grupo, liderado por George Morgan-Grenville, consejero delegado del turoperador Red Savannah, podría sumarse a la acción judicial impulsada por IAG, Ryanair y easyJet o lanzar otra iniciativa legal por su cuenta.

Hoteles, agencias de viajes y restaurantes temen que al parón de la actividad provocado por la pandemia le sigan ahora las consecuencias de imponer dos semanas de confinamiento a los turistas que podrían ser su última esperanza para salvar la temporada de verano.

El año pasado, el Reino Unido recibió 40,9 millones de visitantes, que dejaron en el país 28.400 millones de libras (31.800 millones de euros), según la oficina nacional de turismo VisitBritain.

El Gobierno de Johnson, sometido a intensas críticas por su gestión de la crisis sanitaria, ha afirmado que está negociando corredores aéreos con países que se consideren “seguros” -entre los que estarían España, Portugal, Grecia y Francia-, si bien ha avanzado que no entrarían en vigor al menos hasta la semana del 28 de junio, cuando se revisará la efectividad de esta cuarentena.

MEJORAS EN LAS CIFRAS DE AFECTADOS

El Reino Unido ha registrado 55 nuevas muertes por COVID-19 en las últimas 24 horas, la cifra más baja desde que se impuso el confinamiento el pasado 23 de marzo, lo que eleva el total de fallecidos por coronavirus hasta los 40.597, informó este lunes el ministerio de Sanidad.

El titular de Sanidad, Matt Hancok, precisó que los lunes siempre se comunican datos más bajos debido al retraso en el registro de muertes y contagios durante el fin de semana, si bien destacó que la cifra supone prácticamente la mitad de decesos que el lunes pasado y que el mismo día de la semana anterior.

El número de casos nuevos de coronavirus fue de 1.205, lo que también supone el registro más bajo desde el inicio del confinamiento.

Hancok afirmó que la tasa de contagio se sitúa en menos de uno en todas las regiones del país, así como que ha disminuido el número de admisiones hospitalarias y de personas contagiadas de COVID-19 que están ingresadas en centros sanitarios.

Dos de las cuatro regiones británicas, Escocia e Irlanda del Norte, no registraron nuevas muertes a causa del virus por segunda jornada consecutiva, aunque el Reino Unido continúa siendo el país de Europa con más muertes confirmadas por COVID-19. EFE

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