Santo Domingo- La comercialización de Medicamentos de Venta Libre (OTC, por sus siglas en inglés) en establecimientos, tales como supermercados, colmados, tiendas de conveniencia y tiendas por departamento, entre otros, es una dinámica que ofrece más salud y cuidado preventivo de los consumidores dominicanos, a través de un correcto acceso a fármacos de calidad, seguros y eficaces.
Como lo indica su nombre, los Medicamentos de Venta Libre son productos de especialidad medicinal cuya dispensación o administración no requiere autorización médica debido a que cuentan con un amplio historial de seguridad y eficacia y que son utilizados para prevenir, aliviar o tratar síntomas o enfermedades leves o comunes. Además, estos fármacos están diseñados para soportar altas temperaturas y ambientes de humedad, con la finalidad de evitar su deterioro, de acuerdo a la zona climática para la cual fueron fabricados.
Dicho esto, la Asociación de Representantes, Agentes y Productores Farmacéuticos, Inc. (ARAPF) considera sumamente importante mantener una correcta comercialización de fármacos de Venta Libre en establecimientos comerciales fuera de las farmacias. Mucho más en un escenario como el de la República Dominicana, el cual solo cuenta con un aproximado de 2,500 establecimientos farmacéuticos, agrupados en farmacias comerciales y del pueblo, boticas populares y dispensarios, habilitados en todo el territorio nacional. Claramente, un número limitado de opciones para que los consumidores puedan tener acceso a medicamentos de primera necesidad.
Virtudes de la venta libre de medicamentos:
· Accesibilidad a tratamientos: Ayudan a llevar salud a poblaciones de zonas rurales, zonas remotas o incluso de zonas carenciadas, como los barrios pobres, donde el acceso a la atención médica puede ser difícil.
· Permite tratar trastornos comunes: La accesibilidad de los medicamentos de Venta Libre permite que los consumidores puedan mitigar síntomas o malestares tales como: fiebre, dolor de cabeza y cuerpo sin necesidad de acudir a una consulta, lo que contribuye a la economía personal y familiar.
· Mejora la productividad laboral: Uno de los factores de mayor ausentismo laboral en el país, son las enfermedades comunes, como el resfriado, malestares estomacales, entre otras, y los productos de venta libre sin receta u OTC contribuyen a mantener una fuerza de trabajo activa y productiva; previniendo, aliviando o tratando síntomas o enfermedades leves o comunes.
· Ahorro a los sistemas de salud: Al no tener que acudir a centros médicos para tener acceso a ellos, los OTC además permiten aliviar la presión sobre los sistemas de salud. Esta práctica hace que los ciudadanos pueden tratar más problemas de salud cotidianos de manera ambulatoria y que le ahorre espacio y costos extra al sistema de salud.
· Aportan a un correcto ejercicio del derecho a la salud: Dicha práctica contribuye a que el ciudadano pueda tener control sobre su bienestar y permite a los consumidores desarrollar el autocuidado mediante el uso de productos OTC de una manera asequible, segura y fácilmente accesible.