Caracas, 23 ene (EFE).- Aunque la consigna de las movilizaciones en respaldo al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, es “las calles son del chavismo” esta no se compaginó con la escena de este miércoles, pues los simpatizantes del oficialismo no salieron masivamente como sí sucedía hace unos años.
El chavismo gobernante convocó a sus seguidores “en defensa de la paz y la democracia” en puntos del oeste, centro y este de la capital venezolana y es en las zonas aledañas a ellos donde se observan personas.
Los asistentes variaban entre los que decían apoyar al presidente, empleados públicos que preferían no ofrecer declaraciones y los que esperaban recibir comida por su asistencia.
En una avenida del centro de Caracas, Alejandro García trabajador del Centro Nacional del Disco, un ente público, aseguró a Efe que lo que mueve este tipo de movilizaciones “son los ideales” de que “juntos podemos salir adelante” que, a su juicio, “representa el presidente Maduro.
García, de 33 años, ataviado con ropa que lo identifica como empleado público y una gorra con la cara del Ché Guevara, cree que “la plataforma internacional” que no reconoce a Maduro “está liderada “por un país en particular (Estados Unidos)” que busca quedarse “con el territorio y recursos de Venezuela”.
Alejado de la zona de congregación, un camión repartía “combos” con un sandwich, un jugo, una fruta y tres golosinas a los marchistas que hacían una larga fila a la que se incorporaba incluso gente que no hacía parte de la movilización.
Uno de ellos, que no quiso identificarse, dijo a Efe que no le importaba la marcha, pero afirmó: “No he comido desde anoche y voy a tratar de aprovechar si me dan algo”.
La preocupación por la acuciante crisis económica también estaba presente en la Plaza O’leary, a pocos metros de la sede del Ejecutivo y donde se espera que Maduro se dirija a los manifestantes.