Cámper, con tilde y en redonda, es una adaptación apropiada en español para designar un tipo de vehículos destinados al uso campista, y camperizar es un verbo derivado adecuadamente de ella.
En los medios de comunicación pueden verse diferentes formas de redactar este término: «Solo en 2020 se matricularon 774 autocaravanas y ‘campers’ en la comunidad», «A finales de junio volvieron a arrancar el camper y desde entonces disfrutan de las playas de Guanacaste» o «El Ayuntamiento de Mogán inauguró ayer la primera área municipal para el estacionamiento y pernocta de autocaravanas y cámpers homologados del municipio».
Cámper es la adaptación del anglicismo camper van (‘furgoneta campera’, aproximadamente) y está recogida en el Diccionario de americanismos como sustantivo masculino: un cámper. No obstante, puesto que designa un tipo de furgoneta, también es posible su uso como femenino: una cámper nueva, esta cámper es antigua.
De acuerdo con las reglas de acentuación, lo adecuado es escribirla con tilde, ya que se trata de una palabra llana terminada en consonante distinta de –n o –s. Su plural es cámperes, siguiendo las pautas de formación que rigen las palabras acabadas en –r, como de cáncer, cánceres o de mártir, mártires.
En cuanto a camperizar, es un verbo bien construido por medio del sufijo –izar a partir del sustantivo cámper. Se emplea para referirse a la transformación del vehículo en un espacio habitable. No es necesario el uso de comillas ni de cursiva, a no ser que se quiera remarcar la novedad del término.
Por lo tanto, en los ejemplos anteriormente citados, habría sido más apropiado escribir «Solo en 2020 se matricularon 774 autocaravanas y cámperes en la comunidad», «A finales de junio volvieron a arrancar el cámper y desde entonces disfrutan de las playas de Guanacaste» y «El Ayuntamiento de Mogán inauguró ayer la primera área municipal para el estacionamiento y pernocta de autocaravanas y cámperes homologadas del municipio».