Brenda Castillo sólo tenía espacio para un nombre. En las horas más difíciles que hasta el momento ha tenido, no importó ni lo material ni los trofeos o reconocimientos.
Lo único que pasaba por su cabeza era quien estuvo en su vientre hasta hace seis meses cuando se convirtió en madre.
“Solo mencionaba a mi hija”, dice Brenda esta mañana a elCaribe en su habitación del Centro Médico UCE, donde ayer fue operada de una lesión en el brazo izquierdo tras sufrir un accidente de tránsito en la madrugada del pasado domingo en Las Terrenas, Samaná.
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“Todo pasó muy rápido, pero cuando desperté solo mencionaba a mi hija”, agrega quien ha sido considerada en el voleibol la mejor jugadora de su posición, la de libero, en el mundo.
El solo hecho de hablar sobre Brianna Juliette, de seis meses, hizo que el rostro de Brenda cambiara mientras conversaba con este diario.
“Fue fuerte”, señala sobre el suceso en el que el vehículo en que se desplazaba con su esposo se salió de la vía, provocándole fuertes golpes en su frente y en la parte que necesitó de dos horas de cirugía este lunes con un equipo de especialistas dirigido por el doctor César Roque.
La nativa de Haina nunca había pasado por una situación de este tipo. “Es la primera vez que me pasa algo de esta magnitud”, comentó.
“Pero agradezco los gestos, el cariño todo el apoyo, las oraciones. Gracias a Dios porque tanta gente ha orado por mi”, dijo Brenda, de quien se espera que para diciembre esté en plenitud de condiciones para volver a la cancha.
“Mi esposo ha estado conmigo aquí siempre, Cristóbal (Marte), los médicos aquí en la UCE, el doctor (Alejo) allá en las Terrenas. Muy agradecida de todos”, añade.
Con los dolores normales de alguien que estuvo en el quirófano, Brenda también resaltó el apoyo que ha recibido de su ex compañera de selección, Milagros Cabral.
“Ha estado con nosotros en todo momento. Ha sido un apoyo valioso”, dice en referencia a Cabral, presente en su habitación al momento de la entrevista.