El presidente Joe Biden advirtió a su homólogo del Kremlin, Vladimir Putin, en una llamada telefónica el sábado que Estados Unidos “responderá con decisión e impondrá costos rápidos y severos a Rusia” en caso de que invada Ucrania.
En una llamada de una hora y dos minutos entre ambos mandatarios, Biden enfatizó que “si bien Estados Unidos sigue preparado para participar en la diplomacia, en plena coordinación con nuestros aliados y socios, estamos igualmente preparados para otros escenarios”.
El presidente estadounidense también trasladó a su homólogo ruso que una invasión rusa de Ucrania produciría “sufrimiento humano generalizado” y reduciría el prestigio de Rusia en el mundo.
La llamada entre ambos mandatarios empezó a las 11.04 horas del Este de EE.UU. (16.02 GMT) y se alargó hasta las 12.06 horas (17.06 GMT).
Biden tomó la llamada en la residencia presidencial de Camp David, en el estado de Maryland, a donde se dirigió el viernes por la tarde.
La de hoy fue la primera conversación directa entre los dos líderes desde el 30 de diciembre, cuando Biden y Putin dejaron patentes sus diferencias sobre Ucrania.
La llamada “fue profesional y sustantiva y duró más de una hora. No hubo un cambio fundamental sobre lo que se está desarrollando desde hace varias semanas”, dijo a periodistas un alto funcionario estadounidense que pidió no ser identificado.
Por su parte, Rusia dijo que durante la conversación telefónica ambos mandatarios “concordaron en mantener los contactos en todos los niveles”, aunque por otra parte denunció un “auge” de la “histeria” de Estados Unidos sobre las tensiones relacionadas con Ucrania.
La conversación se produjo después de que EE.UU. pidiera ayer a sus ciudadanos que abandonaran territorio ucraniano en las próximas 24 a 48 horas ante la “posibilidad clara” de que Rusia ataque Ucrania durante los Juegos Olímpicos de Invierno, que se celebran hasta el próximo 20 de febrero en Beijing.
Sólo unas horas antes de la llamada, el Gobierno de Estados Unidos ordenó la salida de Ucrania de 160 miembros de la Guardia Nacional de Florida (uno de sus cuerpos de reserva militar) como medida de extrema precaución.
El secretario de Defensa de EE.UU., Lloyd Austin, ordenó “el reposicionamiento temporal” de estos 160 reservistas que llevan en Ucrania desde el pasado noviembre, informó en un comunicado el Departamento de Defensa.
Las tropas están asignadas al Equipo de Combate de la 53 Brigada de Infantería y durante los últimos meses han estado asesorando y entrenando a las Fuerzas Armadas de Ucrania.
Tras abandonar el país, se reubicarán en otros destinos en Europa.
Siguen los esfuerzos diplomáticos
Por su parte, antes de hablar con Biden, Putin mantuvo una llamada telefónica con el presidente francés Emmanuel Macron, quien se reunió con él en Moscú a principios de semana para tratar de resolver la mayor crisis de seguridad entre Rusia y Occidente desde la Guerra Fría. Un resumen del Kremlin de la llamada sugirió que se avanzó poco para calmar las tensiones.
En una señal de que los funcionarios estadounidenses se estaban preparando para el peor de los casos, Estados Unidos anunció planes para evacuar su embajada en la capital ucraniana, y Gran Bretaña se unió a otras naciones europeas para instar a sus ciudadanos a abandonar Ucrania.
Rusia ha concentrado más de 100.000 soldados cerca de la frontera con Ucrania y ha enviado tropas a ejercicios en la vecina Bielorrusia, pero niega que tenga la intención de lanzar una ofensiva contra Ucrania.
El momento de cualquier posible acción militar rusa seguía siendo una cuestión clave.
Estados Unidos recogió inteligencia de que Rusia está considerando el miércoles como fecha objetivo, según un funcionario estadounidense familiarizado con los hallazgos. El funcionario, que no estaba autorizado a hablar públicamente y lo hizo bajo condición de anonimato, no dijo qué tan definitiva era la inteligencia. La Casa Blanca subrayó públicamente que Estados Unidos no sabe con certeza si Putin está comprometido con la invasión.
Sin embargo, los funcionarios estadounidenses dijeron nuevamente que la acumulación de potencia de fuego de Rusia cerca de Ucrania ha llegado al punto en que podría invadir con poca antelación.
Una declaración del Kremlin sobre la llamada de Putin-Macron se refirió a “especulaciones provocativas sobre una ‘invasión’ rusa supuestamente planificada de Ucrania”. Rusia siempre ha negado que planee una acción militar contra su vecino.
Putin también se quejó en la llamada de que Estados Unidos y la OTAN no han respondido satisfactoriamente a las demandas rusas de que se prohíba a Ucrania unirse a la alianza militar y que la OTAN retire las fuerzas de Europa del Este.
Biden ha dicho que el ejército estadounidense no entrará en guerra en Ucrania, pero prometió severas sanciones económicas contra Moscú, en concierto con aliados internacionales.
El secretario de Estado de EE. UU., Anthony Blinken, dijo que le dijo a su homólogo ruso el sábado que “una mayor agresión rusa se enfrentaría con una respuesta transatlántica resuelta, masiva y unida”.
Mientras tanto, el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy trató de proyectar calma mientras observaba ejercicios militares el sábado cerca de Crimea, la península que Rusia anexó a Ucrania en 2014.