Puerto Príncipe. El nuevo primer ministro de Haití, Ariel Henry, asumió ayer la jefatura de Gobierno y pidió un castigo “ejemplar” para los implicados en el asesinato del presidente Jovenel Moise.
“Todos los sospechosos de ser autores materiales o intelectuales deben ser identificados y llevados ante la Justicia. Nunca más tendremos que experimentar una tragedia así”, dijo Henry durante la ceremonia de investidura del nuevo Gobierno. Henry asumió el Gobierno de Haití después de que el primer ministro interino, Claude Joseph, renunciara al cargo el lunes, en medio de presiones de la comunidad internacional para que cediera el poder.
El presidente Moise nombró a Henry primer ministro el pasado 5 de julio, en el último decreto que firmó antes de su muerte, pero no llegó a ser investido en el cargo antes de que ocurriera el magnicidio, dos días después.
Por el momento, han sido detenidas 26 personas por su relación con el magnicidio, perpetrado el pasado 7 de julio, entre ellos 18 colombianos acusados de formar parte del comando que cometió el ataque contra la residencia de Moise.
Diálogo sincero
Henry también prometió impulsar un diálogo “sincero” con la oposición y con otros sectores de la sociedad civil para buscar una solución a la crisis desatada por el asesinato del presidente.
Dijo que va a mantener encuentros con “las fuerzas vivas” de la nación para buscar “un acuerdo inclusivo”.
“Con mucha determinación he aceptado esta misión. El país atraviesa una situación crítica. En esta situación, hay una cosa que todo el mundo está de acuerdo: la solución de la crisis debe ser encontrada por los haitianos”, manifestó.