Washington.– La actividad neutralizante de los anticuerpos en pacientes que se han recuperado de la COVID-19 típicamente no es muy fuerte y se debilita significativamente dentro del mes siguiente a haber recibido el alta del hospital, según un estudio que publica este jueves la revista PLoS Pathogens.
El análisis integral de las respuestas de anticuerpos en la infección con el coronavirus podría guiar el desarrollo de una vacuna efectiva, escribieron Chao Wu y Rui Huang, de la Facultad de Medicina de Nanjing, en China.
“Existe una necesidad urgente de tratamientos efectivos y una vacuna preventiva para contener esta pandemia global devastadora, lo cual requiere una comprensión integral de las respuestas humorales al virus SARS-CoV-2 en el curso de la enfermedad y la fase de convalecencia de los pacientes de COVID-19”, señaló el artículo.
La pandemia de COVID-19, que aparentemente se inició en la provincia china de Wuhan, ha enfermado a al menos 27,9 millones de personas y ha causado más de 904.000 muertes en todo el mundo.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos autorizó recientemente la llamada terapia de plasma que usa la sangre de personas que se han recuperado de COVID-19 para el tratamiento de otros enfermos.
Con más de 6,3 millones de casos y más de 190.000 muertes en el país, la FDA permite el uso de este método durante la pandemia porque no hay otros tratamientos aprobados contra la COVID-19.
El proceso consiste en el uso de sangre tomada de pacientes recuperados y la remoción de las células rojas para dejar el plasma y los anticuerpos que se administran a los enfermos de COVID-19 con la expectativa de fortalecer la respuesta de anticuerpos.
“El mundo encara un reto sin precedentes con las comunidades y economías afectadas por la creciente pandemia”, señalaron los investigadores. “Actualmente, no hay una vacuna o medicamentos efectivos aprobados para el tratamiento o la prevención de COVID-19”.
Aunque los científicos han ido obteniendo información sobre el desarrollo de la respuesta de anticuerpos al virus que causa la enfermedad, este proceso “sigue siendo elusivo”, apuntaron.
“La comprensión de las respuestas de adaptación por las cuales el cuerpo hace los anticuerpos que enlazan específicamente con el virus en los pacientes de COVID-19 proporciona una información fundamental para el desarrollo del tratamiento efectivo y la vacuna de prevención”, según el artículo.
Chao, Rui y sus colegas mantuvieron continuamente bajo observación las respuestas de anticuerpos específicos de SARS-CoV-2 en 19 pacientes con casos sin gravedad y en siete en los cuales la enfermedad se tornó grave, durante siete semanas desde el brote de la enfermedad.
La mayoría de los pacientes produjo respuestas de anticuerpos específicos del coronaviruos, incluyendo la neuroproteína viral y tres partes de la proteína pico (spike, en inglés), que se encuentra en la superficie de un coronavirus y permite que éste se enlace con receptores específicos en la superficie de una célula humana, el primer paso hacia la infección.
Aunque el 80,7 % de los pacientes que se recuperaron de COVID-19 tuvieron niveles diferentes de actividad neutralizante de los anticuerpos contra el coronavirus, sólo una pequeña porción de pacientes mostró un nivel potente de actividad neutralizante, señalaron los investigadores.
Los resultados del estudio realzan la importancia de una selección cuidadosa de las muestras de sangre de los pacientes recuperados usando pruebas de neutralización de anticuerpos antes de la transfusión a otros pacientes afectados por COVID-19.
Tres o cuatro semanas después que los pacientes salieron del hospital, la actividad neutralizante de los anticuerpos recogidos de ellos disminuyó significativamente, lo cual indica que los pacientes de COVID-19 pueden ser susceptibles a una reinfección de coronavirus.
Además los pacientes graves de COVID-19 mostraron una gran cantidad de anticuerpos sin capacidad neutralizante lo cual, según los investigadores, podría contribuir a un fortalecimiento de la infección relacionado con los anticuerpos. EFE