Tegucigalpa, 19 feb (EFE).- El expresidente hondureño Juan Orlando Hernández fue víctima de violaciones a sus derechos humanos al ser capturado el martes -luego de que EE.UU. solicitara su “arresto provisional” y lo acusara de tres cargos asociados a narcotráfico y armas-, dijo este sábado su esposa, Ana García.
“Mi esposo el expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández Alvarado, fue detenido bajo un proceso que violentó el derecho a la dignidad humana y el estado de inocencia ampliamente garantizados en la Constitución de la República y los tratados internacionales suscritos por el Estado de Honduras en materia de derechos humanos”, indicó en un comunicado la también exprimera dama del país.
Agregó que es de conocimiento nacional e internacional que antes, durante y después de la detención de su esposo, hubo una exposición pública ilegal, violando flagrantemente sus derechos elementales y su dignidad como persona humana.
García señaló que al expresidente se le trató “de una forma cruel y degradante evidenciada con una sobreexposición al público a través de medios de comunicación, incluso utilizando drones que sobrevolaron nuestra casa invadiendo de forma abrupta nuestra privacidad, aún la de nuestros vecinos, sin tener en cuenta el principio del estado de inocencia que le asiste a toda persona humana”.
Afirmó además que “durante más de 17 horas enfrentamos el horror, temimos por nuestras vidas e integridad física sufriendo el asedio constante de más de 600 agentes de seguridad”.
Eso representa “una fuerza desproporcional, porque las autoridades correspondientes tenían pleno conocimiento que en nuestra casa estábamos solamente los abogados defensores, dos miembros de la Guardia de Honor Presidencial, el personal de apoyo en nuestra vivienda, Juan Orlando y yo”, subrayó.
García también expresó que el proceso de detención de Hernández se realizó bajos acciones degradantes e inhumanas, mostrándolo a todas las cámaras de la mismas fuerzas de seguridad, además de la imposición de cadenas y grilletes.
Después fue presentado en una estación policial “a los medios de comunicación, en una tarima como un trofeo a exhibir y en presencia de las máximas autoridades de la Policía Nacional”.
Además, se le irrespetó “el derecho de su propia imagen sometiéndolo a pruebas médicas, obligándolo a exponer su cuerpo en presencia de todos los medios de comunicación”, enfatizó.
García le exigió al Estado de Honduras a través de sus autoridades, que le garanticen el respeto y protección a su esposo “conforme lo mandan los tratados internacionales, la normativa constitucional y demás leyes de la República”.
El canciller hondureño, Eduardo Enrique Reina, dijo el viernes que al expresidente Hernández no se le violentaron sus derechos al ser detenido en Tegucigalpa.
“Los mecanismos que siguió Seguridad (la Policía Nacional) son los existentes; es más, todas estas formas que se han ido aplicando las aprobó el propio Juan Orlando Hernández. Se está aplicando lo que él hizo, porque no se han cambiado”, enfatizó Reina.
Las declaraciones del diplomático hondureño fueron en respuesta, aunque sin citarlo, a las declaraciones del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien el jueves dijo que en la captura de Hernández hubo “violación de derechos humanos”.
La Secretaría de Derechos Humanos, por su parte, indicó en un comunicado que en la detención de Hernández “no se observaron ni se tiene conocimiento que se haya recurrido al uso de la fuerza, “o que el sospechoso haya resultado con lesiones por parte de los agentes del orden al momento de su captura, traslado y presentación a medios”, y que “el uso de la fuerza no debe confundirse con el despliegue de efectivos”. EFE