Monseñor Agripino Núñez Collado no solo se destacó por ser un excelente mediador de crisis e impulsor de la educación universitaria, sino que además, tenía otra pasión: la escritura.
Duró muchos años escribiendo y el fruto de ello es la publicación de varias obras. Los escritos del sacerdote, quien falleció a los 88 años, explican la historia dominicana desde la óptica de la mediación. Su legado sirve para que aquellos que por su juventud desconocen las muchas crisis que ha superado en el país, comprendan lo sucedido.
Núñez Collado vivió directamente esos procesos que muchos no recuerdan. La “herencia” que por así decirlo deja monseñor abarca otros temas de interés como lo son la vida universitaria, la corrupción y la cultura del diálogo.
El historiador Bernardo Vega, en el prólogo que hizo a la famosa obra de Núñez Collado titulada “Ahora que puedo contarlo, Memorias”, destaca varios libros del reconocido sacerdote católico, entre ellas “De la palabra a la acción”, “Seminario sobre reforma institucional y democracia”, como además, “Cultura de diálogo y concertación”.
Testigo de crisis
En el listado que menciona Vega también se encuentra la obra “Testigo de crisis: 10 años después”, publicada en 1996, que a juzgar rápidamente por el tiempo que abarca y la foto de portada trata sobre la crisis electoral de 1986, la cual monseñor Núñez Collado presenció “en vivo”.
El sacerdote fue parte de la Comisión de Asesores Electorales (CAE), dispuesta por el entonces presidente Salvador Jorge Blanco, mediante el decreto 383-86, cuatro días antes de los comicios presidenciales de ese año, buscando resolver los entuertos que habían surgido en el proceso de la campaña electoral.
De acuerdo a reseñas periodísticas, esta comisión tenía la misión de hacer experticias sobre el proceso técnico organizativo de la Junta Central Electoral (JCE), cuestionado por los partidos ante el temor de que se perdiera la pureza de los comicios.
Otras de las obras que resalta Vega, que tienen que ver con otros temas, son “UCMM: Nuevo estilo universitario”, “Computación y educación”, “Cinco ensayos sobre la corrupción” y “Concertación y la cultura del diálogo”.
Muchas de estas y otras obras de monseñor Agripino Núñez Collado se pueden encontrar en el Sistema de Bibliotecas la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), de la que fue rector durante 44 años. En la lista hay escritos de los años 80.
“La historia se entiende mejor”
Pero la que sin dudas más llama la atención es “Ahora que puedo contarlo, Memorias”, en la que Núñez Collado da a conocer situaciones inéditas de su función de conciliador y de sus experiencias en varios procesos electorales.
En el prólogo de este libro, el historiador Bernardo Vega, considera que dado el gran impacto positivo en la sociedad dominicana de Agripino Núñez Collado, desde 1962 esta autobiografía “es indudablemente muy importante e ilustrativa de nuestra historia contemporánea”.
“La historia de lo ocurrido en nuestro país en los últimos sesenta años se entiende mejor acudiendo a las memorias de Núñez Collado”, dijo Vega, que tenía la esperanza de que “quién sabe si todavía Agripino entre sus recuerdos pueda tener acumulado material para un tercer volumen”. Pero la llamada a la Casa del Padre, al que Núñez Collado le dedicó su vida como sacerdote, ocurrió antes de un posible tercer tomo.
“Muy dominicano, es un personaje encantador”
El historiador Bernardo Vega, en el prólogo, hace referencia a lo escrito por monseñor Francisco José Arnaiz, quien era cercano a Núñez Collado y de quien expresó lo siguiente: “Monseñor Agripino, muy dominicano, es un personaje encantador y fascinante, despistante y sorpresivo. Luce simple y es complejísimo. Aparece iluminado y es fulgurante. Se muestra remansado y es torrencial. Da la impresión de premioso y es acelerado. Uno lo percibe acompasado y es inquietísimo. Tiene aire de razonador y es increíblemente intuitivo… A tan excepcional dimensión humana hay que añadir la de su tenacidad e indesmayabilidad”. Además, compartió la apreciación sobre monseñor expresada por el periodista Adriano Miguel Tejada, poco antes de morir: “Uno de los dominicanos más prominentes de la segunda mitad del siglo XX y los primeros cuatro lustros del siglo XXI… Cuando se escriba la historia del devenir dominicano de 1962 al 2020, es decir del período democrático, el nombre de monseñor Agripino Núñez Collado aparecerá como un creador de instituciones de indiscutible valor para el desarrollo dominicano y como uno de los artífices de la paz social que hemos disfrutado por más de cincuenta años”.