Piero Perrone y Juan Encarnación, uno es doctor y el otro pelotero; sin embargo, ambos compartieron similares acusaciones, agotaron un proceso de medida de coerción y posteriormente fueron puestos en libertad.
Tanto Perrone como Encarnación habían sido acusados por sus exparejas de abusar sexualmente de sus hijos.
En el caso de Perrone, el Ministerio Público ha decidido apelar al dictamen de libertad pura y simple que se decidió en la audiencia; mientras que en el expediente de Encarnación, el tribunal decidió archivarlo de manera definitiva sin que se conozca hasta el momento si habría apelación por parte de la barra acusadora.
Las razones hasta ahora
Según los abogados de Perrone, la libertad le fue otorgada a su cliente porque supuestamente el tribunal comprobó que no había persistencia en la incriminación dado que el menor había señalado a tres personas como posibles autores del supuesto hecho.
Además, el menor había expresado que su madre lo había preparado para prestar declaraciones con el propósito de que emitiera acusaciones contra su padre.
Mientras que la defensa del pelotero de Grandes Ligas dijo que el caso se archivó “porque el Quinto juzgado de la instrucción del Distrito Nacional, no encontró pruebas que justificaran la continuación del proceso”.
Estadísticas de coerciones
De acuerdo a estadísticas que abarcan el período 2015-2020, los jueces de atención permanente colocaron 194,626 medidas de coerción a acusados de diversos delitos penales.
La que ocupa el primer lugar es la prisión preventiva, con 76,148, equivalente al 39.1%, según los datos de la Dirección de Análisis y Políticas Públicas del Poder Judicial que fueron publicados en el Listín Diario.
Las otras dos medidas de coerción frecuentes son la garantía económica, que se impuso en 61,602 casos, y la presentación periódica, en 31,133.
Las menos comunes son el arresto domiciliario, con 284, y el impedimento de salida, con 1,479.
