Al encabezar este miércoles la inauguración de la décima primera Conferencia Iberoamericana de Ministros y Ministras de Agricultura, el presidente Luis Abinader advirtió que el mayor desafío de todos los gobiernos es mantener abastecida y a precios razonables la cadena de suministro de alimentos, y al mismo tiempo, garantizar la rentabilidad del productor.
Frente a esto, el jefe de Estado afirmó que nunca como ahora la cooperación y el entendimiento entre naciones habían sido tan necesarios para enfrentar los retos que esto significa
“La agricultura no es una simple actividad productiva, que si bien, de ella dependen sectores económicos importantes de nuestros países, su mayor importancia consiste en ser fuente indispensable de la alimentación de toda la humanidad”, expresó.
Sostuvo que cuando la agricultura entra en crisis su impacto se siente, no solo en la alimentación y nutrición de las personas, sino que contribuye a aumentar las enfermedades, profundizar la pobreza y acelerar las migraciones.
“Es decir, la agricultura es una actividad profundamente determinante de la estabilidad política y social de nuestras naciones”, resaltó.
Propone soluciones
Tras describir dichas realidades, el gobernante dominicano propuso a los ministros y ministras de Agricultura de Iberoamericana que durante la cumbre se cree un mecanismo permanente de consulta que permita, entre otras cosas, identificar la presencia de barreras técnicas que dificultan el comercio de bienes agropecuarios entre nuestros países.
Entre las sugerencias del jefe de Estado está, además, coordinar el intercambio de tecnologías agropecuarias y cuando sea posible realizar planes conjuntos de generación de investigación agropecuaria; ejecutar programas de becas para la formación de especialistas agropecuarios e intercambio de conocimientos.
También organizar eventos técnicos que permitan conocer los avances en áreas especializadas y científicas de la agricultura; ejecutar programas conjuntos para el desarrollo y aplicación de tecnologías amigables con el medio ambiente que conlleven la descarbonización de la agricultura; abogar ante los organismos financieros internacionales por la canalización de recursos al sector en condiciones diferenciadas de los demás sectores en términos de tasas y plazos y la creación de un fondo de estabilización de los precios de los fertilizantes de forma que los Estados puedan recurrir a dicho fondo para evitar transferirlo al agricultor.