Brache de Mejía agradece a los doctores Álvarez y Faude que la apoyaron y creyeron en ella desde que la conocieron

En la larga trayectoria profesional de Vivian Brache de Mejía se acumulan las investigaciones biomédicas, las publicaciones científicas y más de sesenta conferencias. Un equipaje profesional impulsado por su convencimiento de que la autonomía de las mujeres transita por el camino de la salud y los derechos reproductivos.

Nacida en Nueva York, debido al exilio de la familia de sus padres durante la dictadura de Trujillo, llegó al país por primera vez en 1962 cuando los aires de libertad derribaron los muros de la tiranía. Profamilia sería el espacio donde desplegaría su vocación de investigadora, siendo partícipe en los estudios que llevaron a la aprobación de los implantes contraceptivos Jadelle, de los dispositivos intrauterinos de cobre y del sistema intrauterino Mirena. A esto, se agrega la evaluación de productos para prevenir las infecciones de transmisión sexual, que ajena al drama de la violencia doméstica y de género, dirigió la formulación y monitoreó la aplicación de protocolos de servicios a víctimas y sobrevivientes en las clínicas de Profamilia.

1. Nacimiento
Nací en Nueva York, mi mamá y mi papá eran hijos de dominicanos exiliados de la tiranía de Trujillo en los años 40. Mi hermana Victoria también nació allá, es tres años mayor que yo, siempre hemos tenido una relación maravillosa, muy cercana, nos queremos mucho. Ella siempre me protegía, todavía lo hace. En la casa era obligatorio hablar español, aprendí desde chiquita los dos idiomas. Recuerdo que nos fuimos a vivir a Caracas, Venezuela por tres años. Mis padres siempre decían que volverían a Santo Domingo cuando acabara la dictadura, entonces volvimos después que mataron a Trujillo, en 1962, tenía nueve años, mucha de mi familia se quedó en los Estados Unidos. Llegar a Santo Domingo fue excelente, conocer a la familia, primos, primas, mamá y papá estaban muy contentos de estar en su país, ellos deseaban mucho volver”.

2. Estudios
Continué mis estudios en el Colegio Santo Domingo hasta terminar el bachillerato, era un centro de avanzada diría yo, adelantado a su época, un edificio enorme, laboratorios de Química y de Física muy bien pensando, como de cualquier universidad hoy en día. Las monjas eran americanas, creo que en parte ellas influyeron en mí, al igual que mis padres a ser independiente, a aspirar a cosas fueras de la época, eran los años 60, había muchos tabúes. En el colegio impartían clases al estilo americano, era muy estudiosa, fui meritoria, me tocó dar el discurso de graduación en representación de mis compañeros. Esos años de estudio fueron excelentes, los recuerdo con mucho agrado, mantengo mis amistades, nos comunicamos por chat continuamente. Cuando me gradué, casi todo el mundo se puso a estudiar el Secretariado, solo seis fuimos a la universidad. Entré a la UNPHU, me gustó mucho el sistema mixto, había estado toda la vida en un colegio de hembras. Me gradué en Tecnología Médica primero y un año después de licenciada en Bioanálisis. Cuando terminé hice mi pasantía en el Laboratorio Acra, de ahí surgió lo que me trajo a Profamilia”.

3. Primer trabajo
Antes de entrar a Profamilia, trabajaba en el Centro Medico UCE, el doctor Frank Álvarez, un ginecólogo muy distinguido, era el director de la Clínica de Profamilia, había estado en un curso de Planificación Familiar en Chile y el profesor de ese curso era el doctor Aníbal Faunde, quien debido de la dictadura de Pinochet salió de su país y vino a Santo Domingo. Él estaba haciendo un estudio que se llamaba Migración Espermática para ver hasta dónde llegaban los espermatozoides en el tracto genital femenino y fueron al laboratorio buscando a alguien que leyera esas placas, que contara los espermatozoides. El doctor Acra, dueño del laboratorio les dijo que tenía la muchachita para eso y hablaron conmigo, yo tenía 21 años y nada de experiencia. A mí siempre me gustó la ciencia y la investigación, acepté hacer el trabajo en las tardes, tenía que ir al dermatológico para leer esas placas, lo hacía sin paga. El doctor Faunde que era miembro del Consejo de Población en Nueva York, quería hacer un estudio con los implantes anticonceptivos y le dijo al doctor Álvarez que si podían hacerlo en la Clínica Modelo de Planificación Familiar, ahora Profamilia, que estaba dentro del Moscoso Puello. Me ofrecieron trabajar fijo en el proyecto, recuerdo que me tomó muchos días decidirme, había aceptado trabajar en Acra, pero pensé que realmente lo que me gustaba era la investigación y acepté. De eso hace 47 años”.

4. Profamilia
Cuando llegué a Profamilia en 1974 lo que había era un consultorito y mucha precariedad, pero comenzamos los primeros estudios con los implantes. Pasaron 16 años de investigación, durante ese tiempo la FDA, que es la que aprueba todo, nos auditó, revisaron los expedientes, la calidad de los datos recogidos, fue una semana de arriba para abajo. Eso fue en 1989, pero es en 1990 que se aprobó para la venta comercial. Luego, ellos siguieron el mismo protocolo en varios centros americanos, latinoamericanos y europeos, eso hacía que los investigadores nos reuniéramos dos o tres veces al año para presentar los resultados. Esas reuniones enriquecieron mucho mi vida, porque he viajado por más de 20 años y he tenido la oportunidad de relacionarme con ellos más allá de lo profesional. En 2020 fue que eso paró. Luego, pasamos al estudio de los Anillos Vaginales, un método que ya está a la venta, después hicimos varios estudios de mecanismo de acción, de cómo funcionaban diferentes anticonceptivos”.

5. Anticonceptivo de emergencia
Cuando se introdujo el anticonceptivo de emergencia Jadelle hace 13 años, hubo mucha mal información, decían que la pastilla del día después era abortiva, había oposición de grupos, entonces hicimos estudios donde se demostraba que su mecanismo de acción era interferir con la ovulación. Creo que eso ayudó mucho, porque la persona que la tomaba sin saber que estaba ya embarazada no le pasaba nada, ya que es una progestina. Hoy en día el anticonceptivo se consigue donde quiera y ayuda a muchas mujeres”.

6. Otras investigaciones
Los dispositivos de cobre y el Mirena son anticonceptivos de larga duración reversibles que lo han acuñado con el nombre de LARC por sus siglas en inglés (Long Acting Reversible Contraception). Trabajamos mucho en esos métodos, pero el primero que se desarrolló en los años 50 fue la pastilla, que al día de hoy es la más usada por la comodidad de la toma. Poco después, la pastilla se asoció a casos de problemas de salud cardiovasculares por su alta cantidad de estrógenos, pero no se sabía, entonces se bajó muchísimo la dosis. A partir de ahí, a inicios de los 70 se comenzó a buscar métodos que no requirieran tanto de la atención del usuario y sin estrógenos, dando como resultado los implantes que se colocan bajo la piel. También, para entonces salió el Diu, llamado el aparatico que se coloca dentro del útero, dura 10 años y la efectividad también es 98%. Cuando se desarrolló el dispositivo ultra uterino Mirena en los 90 se puso muy de moda entre la juventud, ya que disminuye el sangrado de la menstruación o no les da nada. Cuando hicimos los primeros estudios en los años 80, las mujeres se lo quitaban porque no les gustaba dejar de sangrar. Es un método muy caro, lo tenemos aquí barato, pero solo para el uso de la clínica, ya que es una donación y no se puede vender”.

7. Agradecimiento
Agradezco mucho a los doctores Álvarez y Faunde, siempre me dieron mucha independencia, creyeron en mí desde que me conocieron, me enseñaron mucho, me incentivaron a crecer, era su pupilita. El doctor Faunde me enseñó a escribir, algo que adolece en todos los países, sobre todo en la clase médica, que muchas veces tienen problemas al redactar un trabajo y en eso él es un experto. Cuando venía al país revisábamos las publicaciones en la revistas de reproducción internacional, son 47 años de trabajo publicado, porque lo que uno quiere es que sus hallazgos contribuyan al conocimiento. Ellos son mis mentores, mis profesores y mis amigos entrañables. Mis tres hijos nacieron con el doctor Álvarez, el segundo es su ahijado, su familia y la mía se quiere mucho, hemos compartido toda la vida”.

8. Contribución
Creo que he contribuido a que haya opciones anticonceptivas seguras y eficaces para las mujeres de todo el mundo, hemos hecho un aporte sustancial, no solo yo, sino todo un equipo junto a investigadores de otros sitios. Hemos hecho trabajos con la calidad, algo muy importante. Saber que uno ha producido con honradez e integridad todas esas informaciones que han contribuido en algo importante, creo que esa es mi satisfacción más grande”.

9. Mayor logro
Uno de mis logros mayores ha sido saber balancear mi vida. Así como soy enamorada de mi trabajo, también lo soy de mi familia. Mi esposo Luis Rafael Mejía, tenemos 47 años de casados y hemos formado una familia muy linda. Tenemos tres hijos, Carmen Virginia, Luis Rafael y Victoria, también seis nietas. Soy full con mi trabajo, pero con mis hijos fui una madre presente, siempre sacaba el tiempo para las reuniones del colegio, para las actividades. Tenemos una relación maravillosa, compartimos como amigos, a todos nos gusta mucho la música, el can, nos juntamos los domingos, también con mi hermana y sus tres hijas que son como mías. Mi familia es mi núcleo. En Profamilia soy súper feliz desde que llego con ese súper equipo que tenemos. Soy una enamorada de las relaciones de la familia”.

10. Orgullo
Mi mamá, Mercedes Carmen Bonilla de Brache tiene 96 años, es una mujer de un temple asombroso, fue de las primeras en entrar a la Universidad de Santo Domingo a estudiar Derecho, pero faltando un año para graduarse se tuvo que exiliar. Siempre me apena que no se haya graduado. Ella nos educó con esos valores familiares, trato siempre cuando salgo del trabajo pasar a hablar un poco con ella. Mi papá, Hugh Brache Bernal murió hace 14 años, tenía 91. Ellos se conocieron en una fiesta de dominicanos en el exilio, eran el uno para el otro, son mi orgullo. Papá era empresario, formó Panificadora Pepín en los años 60, fue presidente del Consejo Nacional de los Hombres de Empresas, ahora CONEP, también miembro de la Junta Monetaria, voluntario en el Banco Central y del Consejo de Directores del Banco del Progreso. Cuando vivía en Nueva York, a los 20 años lo enviaron a la Segunda Guerra Mundial, guardaba esos recuerdos terribles, por eso fue un hombre conciliador, tenía una capacidad extraordinaria de dialogar y negociar con las personas”.

Reconocimientos

Entre los reconocimientos que he recibido están el que otorga el BHD León a mujeres sobresalientes en las diferentes áreas del quehacer, luego el de la Sociedad de Planificación Familiar de los Estados Unidos por mis contribuciones. Siendo extranjera fue muy grande y emotivo para mí, porque que ahí estuvieron mis hijos, mis nietos, mi hermana, su esposo y sus hijas.

También fui reconocida por el Consorcio Internacional para la Anticoncepción de Emergencia, y el más reciente, la Medalla del Mérito de la Mujer Dominicana, el cual me llenó de mucha satisfacción, me encantó recibir ese premio, ser parte de ese grupo de mujeres fue muy emocionante. Fue un acto hermosísimo, estaba el presidente, la vicepresidenta, la primera dama, la ministra de la Mujer, sumamente solemne, salí de ahí orgullosa de mi país”.

Recuerdos
Llegar a Santo Domingo fue excelente, conocer a la familia que no conocía, recuerdo que mamá y papá estaban muy contentos de estar en su país, ellos deseaban mucho volver”.

Sabiduría
Creo que las monjas americanas en parte influyeron en mí y sembraron desde chiquita, al igual que mis padres el ser independiente, a aspirar a cosas fueras de la época, ya que había muchos tabúes.

Comunicación
Esos años de estudio fueron excelentes, los recuerdo con mucho agrado, mantengo mis amistades, nos comunicamos siempre por chat”.

Entrega
Creo que he contribuido junto a mi equipo a que haya opciones anticonceptivas seguras y eficaces para las mujeres de todo el mundo”.

Dedicación
Al cabo de 47 años todavía me encanta llegar a mi trabajo, estar con mi equipo, ha sido muy satisfactorio en todos los sentidos”.

Satisfacción
Uno de mis logros mayores ha sido saber balancear mi vida. Así como soy enamorada de mi trabajo, también lo soy de mi familia”.

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