BARCELONA (AP) — Zinedine Zidane lo hizo todo bien contra París Saint-Germain.
El técnico del Real Madrid despejó las dudas sobre su desempeño haciendo ajustes sobre la marcha que despejaron el camino a una victoria por 3-1 en la Liga de Campeones el miércoles.
El resultado fue un equipo que se parecía mucho al que ganó las dos últimas ediciones de la Champions, muy diferente al conjunto mediocre que venía sufriendo tropiezos ante rivales menores.
El repunte no pudo haber sido más oportuno para Zidane, que estaba siendo muy cuestionado.
“Merecimos ganar por todo lo que hicimos, por el esfuerzo y la planificación”, declaró el francés. “Este es el resultado de un gran trabajo de todo el equipo. Todos mis jugadores aportaron y fueron importantes”.
El flojo desempeño de la primera mitad de la campaña tiene al Real Madrid a 17 puntos del Barcleona, líder de la liga española, y le costó una humillante eliminación de la Copa del Rey a manos del modesto Leganés.
Cualquier otro técnico sin los pergaminos de Zidane, que sacó el equipo merengue campeón de la Champions las dos últimas temporadas, probablemente ya hubiera sido despedido.
Zidane fue muy cuestionado por no dar más tiempo de juego a Isco y a Marco Asensio, y por seguir apostando a Karim Benzema en el ataque a pesar de que no está anotando mucho. También fue criticado por alinear de entrada a Mateo Kovacic en un partido que Real Madrid perdió 3-0 en casa ante Barcelona en diciembre.
El miércoles, no obstante, Zidane ganó claramente la batalla estratégica a Unai Emery.
Sorprendió al alinear a Isco en lugar de Gareth Bale para darle al equipo una estructura de 4-4-2. Y mandó a Bale al terreno por Benzema en el momento justo, cuando las cosas pintaban mejor para PSG, que estaba empatando 1-1 con un gol de visitante.
Faltando diez minutos, reforzó el ataque haciendo entrar a Lucas Vázquez y Asensio por Casemiro e Isco.
La inyección de talento y velocidad le quitó la iniciativa a PSG y reportó dos goles que dejaron a los francesse con la espada contra la pared.
“Con Isco queríamos controlar el mediocampo. Nos dio mayor movilidad”, explicó Zidane. “Cerca del final hicimos algunos ajustes porque PSG no podía resistir los 90 minutos. Los cambios buscaron darnos velocidad y ensanchar el terreno”.
La revancha se jugará en París el 6 de marzo.
El domingo los madrileños recibirán al Betis en el primero de tres partidos en un lapso de siete días. Por más que el título de la liga esté fuera de alcance, Real Madrid necesita sumar puntos para asegurarse un lugar en la próxima Liga de Campeones terminando entre los cuatro primeros.