CLEVELAND (AP) — Demasiado avergonzado como para levantar la cara, LeBron James miró al piso mientras se dirigía a los camerinos tras el bocinazo que marcó el final del encuentro. Fue una salida sin gloria, inusitada para el astro pero cada vez más común para los Cavaliers.
“Me he quedado sin palabras”, dijo James, con una voz apenas audible y con una gorra de béisbol que casi le cubría los ojos. “Deberían quitarnos de cualquier otra transmisión a nivel nacional durante el resto de la temporada. No hemos jugado bien en absoluto y nos han pateado el trasero cada vez que jugamos en la televisión nacional”.
James Harden anotó sólo 16 puntos _15 por debajo de su promedio, el más destacado de la liga. Aun así, Houston no se despeinó siquiera para hilvanar su cuarto triunfo consecutivo, y mejoró a una foja de 11-2 desde el 8 de enero.
En tanto, la crisis de los Cavs se agravó.
Desde Navidad, cuando cayeron ante Golden State, LeBron James y sus compañeros tienen una foja de 0-8 en encuentros transmitidos por cadenas nacionales, y han sido humillados durante duelos ante equipos que han tenido una buena campaña. Cayeron por 28 puntos en Minnesota, por 34 en Toronto, por 24 como locales frente a Oklahoma City y ahora por 32 frente a los Rockets, que pasaron por encima de los campeones defensores de la Conferencia del Este.
Después del partido, se preguntó al entrenador Tyronn Lue si sus jugadores habían intentado ganar.
“No lo pareció”, dijo. “No peleamos. Pienso que ellos nos dominaron en todos los aspectos”.
James finalizó apenas con 11 puntos y no jugó en el cuarto periodo, cuando los Rockets ostentaban una ventaja irremontable. Isaiah Thomas sumó 12 unidades por Cleveland.
Los Cavs jugaron su segundo encuentro sin su alero lesionado Kevin Love, quien podría perderse dos meses de actividad por una fractura en la mano izquierda, sufrida al comienzo de esta semana.
La ausencia de Love pesó sin duda, pero Cleveland tiene problemas aún más graves. Ha perdido 12 de 18 compromisos y parece caerse a pedazos.