Adrián Beltré recibió con emoción su elección al Salón de la Fama de Cooperstown, siendo el dominicano con el porcentaje más alto de votaciones en su primera oportunidad.
Aunque es algo muy complicado de lograr, pues solo lo ha hecho Mariano Rivera, Adrián Beltré no pudo conseguir ser electo al Salón de la Fama de forma unánime. El dominicano ingresó al templo de los inmortales con 95.1% de los electores.
Hay detalles en su carrera que quizás no convencieron a un mínimo de los votantes. No obstante, el pueblo dominicano celebra la exaltación de otro de sus jugadores al sitial de honor.
Durante toda su carrera, Adrián Beltré fue un ejemplo para las nuevas generaciones, por su compañerismo, buen comportamiento y el estar alejado de las sustancias prohibidas (pese a que quisieron involucrarlo). Sin embargo, vale la pena repasar tres razones por las que no ingresó de forma unánime.
1. Adrián Beltré No fue campeón en la MLB
Hay quienes toman mucho en cuenta los títulos colectivos que pudo obtener el jugador durante su carrera. Quizás la única mancha que tuvo Adrián Beltré es que no se pudo coronar campeón en las Grandes Ligas. Durante 21 años, vistió las camisetas de los Dodgers de Los Angeles, Marineros de Seattle, Medias Rojas de Boston y Rangers de Texas. A pesar de que son grandes franquicias, el antesalista nunca pudo colocarse un anillo de Serie Mundial.
2. No formó parte de una dinastía
Adrián Beltré tuvo grandes números individuales y eso no está en duda. Se despidió de las Grandes Ligas con 3.166 hits, 477 jonrones, 1.524 anotadas, 1.707 remolcadas y .819 de OPS vitalicio. Además ganó 4 Bates de Plata, 5 Guantes de Oro, 2 Guantes de Platino y 4 invitaciones al Juego de Estrellas. Pero nunca fue parte de una dinastía y esto también lo castigan los electores. Sin embargo, tuvo una de las votaciones más altas de la historia.
Le recomendamos leer
3. Explotó como pelotero en su séptimo año en la MLB
El rendimiento de Beltré se convirtió en superlativo cuando salió de los Dodgers y se vistió el uniforme de los Marineros de Seattle. Con los Dodgers nunca asistió a un Juego de Estrellas y dejó .274 de promedio, con 147 jonrones y 510 carreras remolcadas. Números interesantes pero no de superestrella. Luego sí llevó su carrera a otro nivel.