La estelar atleta se graduó de sicología y se siente con la capacidad de aportar en ambos roles en República Dominicana
Yamilet Peña lleva una carrera exitosa en la gimnasia, pero a la par construye en su mente lo que podría ser su modo de vida una vez dé por terminada su carrera deportiva. Peña se graduó recientemente de sicología clínica, algo que le apasiona tanto como la gimnasia, aunque, además de tener en agenda una especialidad en sicología deportiva, también piensa realizar otra tarea que en cierto modo le hace devolver a su país algo de lo que ha recibido.
Son planes con etiqueta de inmediatez, pues tienen la misma prioridad que posee para ella la clasificación a los Juegos Panamericanos de 2019 en Lima, Perú. “Voy a abrir mi propio gimnasio para dar clases a otras atletas, para que no sólo se quede en Yamilet Peña, sino que haya un sinnúmero de atletas que puedan seguir adelante”, reveló Peña a elCaribe. “En un tiempo no muy lejano estará abierto el gimnasio con Dios delante”, agregó.
Peña acaba de dar a República Dominicana la primera medalla de oro en gimnasia en unos Juegos Centroamericanos y del Caribe después de su presea dorada en la modalidad de salto de caballo en la versión de Barranquilla 2018 que concluyó ayer.
Yamilet dijo que aún no tiene local para poner a funcionar su proyecto, pero aspira a ponerlo en marcha para este 2018 o para mediados de 2019.
La atleta de 25 años entiende que cuenta con las cualidades necesarias para enseñar a otros todo lo que aprendió de sus maestros a lo largo de su carrera. “Sin duda alguna es muy díficil, porque no sólo es aportar tu conocimiento, sino que de alguna manera las niñas queden marcadas para llegar a grandes competiciones como he llegado yo”, declaró la gimnasta. En principio, ella desea únicamente recibir niñas, pero deja claro que una vez haya conseguido el crecimiento necesario entonces comenzará a recibir a los varones.
Nunca miedo
Una de las pocas mujeres que realizan el salto mortal en el mundo es la dominicana. El llamado salto “Produnova” o “salto de la muerte” básicamente es temido porque se trata de una maniobra extremadamente peligrosa que ha generado muchas caídas. De hecho, en 2016, la campeona estadounidense Simone Biles le confesó a la revista The New Yorker que no se le ocurría ejecutar el salto de la muerte porque “no quería morir”.
Sin embargo, esta peligrosa rutina es casi una marca de fábrica para la gimnasta dominicana, que nunca ha temido realizarla. “Para hacer gimnasia no podemos tener miedo”, afirma Yamilet. “Cada vuelta que uno da es arriesgando nuestras vidas ciertamente, pero es un salto difícil, es riesgoso. Tenía que practicarlo 40 veces para poder realizarlo. Imagínate, a veces entrenaba ocho horas diarias y tenía que seguir intentando el salto, pero es muy difícil, muy complicado”.
Peña sabe que el “salto de la muerte” es bien valorado por los jueces en competiciones por el elevado grado de dificultad que envuelve.
“No le temo”, dijo. “Para poder estar en el ranking mundial obligatoriamente tenemos que arriesgarnos por lo más alto. Además, no queremos llegar por una competencia y que digan: ‘pasó República Dominicana y ya’, sino que queríamos dejar un legado y que vean lo grande que somos como atletas”, agregó.