El castigo contra el velocista de los 400 metros lisos borra “la mejor carrera juvenil” en la historia del deporte en la República Dominicana
Parece lejana la noche del 9 de febrero del 2011 en la que se celebró la Gala Olímpica que premió como Atleta del Año 2010 al juvenil Luguelín Santos, toda una sorpresa para los conocedores del olimpismo.
Luguelín había ganado la medalla de oro de los 400 metros planos en los primeros Juegos Olímpicos Juveniles, celebrados en agosto en Singapur. Luego, Luguelín ganó el oro en el Campeonato Mundial de Atletismo de 2012 en Barcelona, un hito que lo proclamó como el mejor atleta juvenil de la historia del país.
Estos logros impulsaron al nativo de Bayaguana a iniciar una de las trayectorias más laureadas para atletas dominicanos. Dos medallas olímpicas, una presea en el Mundial 2013, oro y plata en Juegos Panamericanos son los principales logros de Luguelín como adulto.
Pero esa faena histórica en categorías juveniles, quedó manchada el viernes cuando la Unidad de Integridad del Atletismo (AIU) suspendió a Luguelín por tres años y lo despojó el título mundial de Barcelona 2012, por comprobarse que alteró su identidad, para competir como juvenil cuando ya era adulto.
“Nuestras investigaciones en curso han descubierto un nivel preocupante de trampa, mediante manipulación de la edad, que ha distorsionado los resultados de las competiciones de atletismo juvenil al más alto nivel. En este caso, un campeón mundial juvenil fue coronado erróneamente y al legítimo ganador se le negó su momento de gloria”, señaló el director de AIU, Brett Clothier.
“Más allá de eso, la manipulación de la edad nos desafía a enfrentar problemas graves, incluidas culturas arraigadas que enseñan a los jóvenes valores inapropiados, además de proporcionar los medios para modificar las edades de los atletas en documentos nacionales y, en última instancia, celebrar victorias mal habidas”, continuó Clothier.
Agregó: “La AIU se opone firmemente a tales acciones y perseguirá enérgicamente todas las supuestas violaciones”. La decisión de hacer trampa recae en Luguelín, pero es imposible dejar sin responsabilidad en el tema a su entonces entrenador y tutor José Ludwig Rubio.
El citado premio al Atleta del Año 2010, entregado a Luguelín, creó ronchas porque ese año Yuderquis Contreras barrió con tres medallas de oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Mayagüez 2010 y ganó preseas de plata y bronce en el Campeonato Mundial de Halterofilia, celebrado en Turquía.
Aumí Guerra también tenía un caso de cara al galardón por haber ganado el Campeonato Mundial de Boliche, toda una hazaña.
Luguelín no decepcionó y comenzó una carrera de adulto que incluye la medalla de plata de los 400 metros lisos en los Juegos Olímpicos Londres 2012 y la medalla de plata en Tokio 2020, junto a la cuarteta 4X400 mixta. Logró la presea de bronce en el Mundial de Moscú 2013 y en Juegos Panamericanos conquistó oro en Toronto 2015 y plata en Guadalajara 2011. Falsificar su edad abrió las puertas del éxito a Luguelín Santos. Hoy la verdad cobra con altos réditos una deuda moral.