República Dominicana tiene una rica historia en Juegos Centroamericanos. Los diez países diferentes que desde 1946 –cuando el país debutó- han montado este evento vieron desfilar grandes atletas dominicanos.
Ese año la nación quisqueyana empezó a hilvanar su devenir que hoy engrosa a 17 participaciones en este magno certamen, cuya versión XXIII arranca este día en Barranquilla, Colombia.
En plena era de Rafael Leónidas Trujillo Molina, el dictador que gobernó al país desde 1930 hasta 1961, el deporte criollo se hizo sentir en una versión de Barranquilla, Colombia, en la que también debutaron Antillas Holandesas y Trinidad y Tobago.
De acuerdo al portal www.ecured.cu, durante esos juegos de 1946, República Dominicana consiguió siete preseas, incluido oro en voleibol y boxeo, disciplina en la que también logró metales de plata y bronce.
Los datos históricos de la época dan cuenta de que la delegación criolla estaba compuesta por 75 atletas, cuyo jefe de delegación fue Frank Hatton, quien había sido nombrado director de la Dirección General de Deportes en 1943. Esta entidad se creó mediante la ley no. 463 de ese año. Después de ahí, incluso, el país se ausentó en dos de los siguientes tres certámenes centroamericanos. Se trató de las versiones de Guatemala en 1950 y Venezuela en 1959. En ambos imperaron razones políticas entre los países sedes y el régimen trujillista.
Históricamente, los atletas de República Dominicana la han puesto en un respetado sitial en materia de medallas. Según el portal oficial de los juegos www.barranquilla2018.com, se cuentan 770 medallas en 16 participaciones desde 1946, incluidas 148 de oro, 250 de plata y 372 de bronce.
La mayor de esa cosecha llegó durante el evento de Mayagüez en 2010, cuando los deportistas quisqueyanos se llevaron 133 preseas, incluidas 31 de oro. Se trató de una medalla más de las 132 que se habían ganado en los XIX juegos de El Salvador.
Aquella vez se obtuvieron 35 metales dorados, la mayor cantidad en la historia. Mayagüez también representó la primera ocasión en la que el país rebasaba la cifra de las 100 preseas, en gran parte ayudado por la ausencia de Cuba. República Dominicana ha tenido sus momentos tristes, especialmente por dopaje, pero también ha registrado muchos momentos de gloria.
Un hecho del que todavía hoy se habla fue la victoria en frente a Cuba en la final de béisbol de los XVI Juegos Centroamericanos y del Caribe (1982), celebrados en La Habana, la capital de ese país. El conjunto dominicano logró un oro histórico al derrotar a los cubanos en un momento en el que era impensable.
La historia del país en este tipo de certamen también registra dos montajes: el primero de ellos en 1974 y el segundo en 1986 en Santiago de los Caballeros.
Los de 1974, celebrados en Santo Domingo, hoy son conocidos como los XXII Juegos y marcaron un antes y un después en el deporte dominicano, porque se construyeron instalaciones deportivas y hubo un inicio en el desarrollo deportivo. Su gran promotor fue Ulises García Saleta (Wiche). La República Dominicana se presentó a esos juegos con 203 deportistas, aunque solo se consiguió una presea de oro, la del pesista Amaury Cordero. Esa fue la primera vez que unos juegos se celebraban en varias sedes, pues Cuba fungió como subsede.
En 1986, el evento regresa a República Dominicana, específicamente a Santiago de los Caballeros, cita en la que los criollos obtuvieron la séptima posición con 70 medallas, nueve de oro, 34 de plata y 27 de bronce. Esa vez el tenimesista Mario Álvarez puso a sonar el himno nacional gracias a sus dos oro y a su bronce, mientras que el hoy capitán de la selección nacional de tenis, Rafael Moreno, consiguió el metal dorado en esa disciplina.
Mayor cifra de atletas y dominio del voleibol
La versión de los XXIII Juegos Centroamericanos y del Caribe deja a República Dominicana con el mayor número de atletas en este tipo de celebraciones: 446. Sin embargo, las autoridades fueron muy cautas en vaticinar la obtención de medallas. La presea dorada que probablemente tenga un mayor porcentaje de garantía es la del voleibol femenino, que se ha llevado el oro en las anteriores cuatro versiones de estos juegos. Las criollas vienen de obtener una plata en la recién finalizada Copa Panamericana y van a Colombia con sus principales figuras.