La vida tiene momentos que marcan a las personas. Eso es una realidad “como el Sol”. Sin embargo, esos momentos muchas veces son cosas que no se pueden controlar. Lo que siempre se puede controlar y lo que de verdad marcará la vida de las personas es cómo éstas reaccionan a esos momentos.
El mariscal Matt Ryan de los Atlanta Falcons es un jugador muy talentoso. Tiene todo lo necesario para ser uno de los tres mejores de la Liga. Está rodeado de un gran equipo. Los veteranos receptores Julio Jones y Mohamed Sanu, los corredores Devonta Freeman y Terry Coleman, una línea ofensiva admirable, en adición al receptor novato escogido en la primera ronda del draft, Calvin Ridley (Alabama), juntos forman de las ofensivas más talentosas de la Liga. Por lo tanto, los Falcons deberían ser de las mejores ofensivas de toda la NFL.
Y la realidad es que lo fueron por unos años, culminando con el premio al Jugador Más Valioso para Ryan en la temporada 2016 y llegando al Super Bowl en febrero 2017. Ese Super Bowl en Houston es el momento trascendental para Ryan. Después de los primeros 40 minutos cuando los Falcons ganaban 28 a 3 a los New England Patriots, Ryan perdió su aurora y no ha sido el mismo jugador. Su confianza no ha vuelto a ser la misma. Ryan era conocido como Matty Ice, por ser frío en el “clutch”. Tiene 35 victorias en el 4to periodo o tiempo extra. Lo tiene todo, pero ha perdido su confianza y ha perdido su aurora de ganador. En el partido del pasado jueves contra los Philadelphia Eagles, le pasó igual que en la postemporada el pasado enero, cuando tuvo cuatro chances para ganar el partido y no tiró el balón ni cerca de donde tenía.
Algunos dicen que el problema de los Falcons es por haber perdido a su entrenador ofensivo, Kyle Shanahan, quien ahora es entrenador en jefe de los San Francisco 49ers. Lo que está claro es que si Ryan internamente no pasa su página, y le retorna su confianza de que puede liderar a su equipo a la victoria, Ryan pronto no estará en la NFL y los Falcons no llegarán muy lejos en esta temporada.
Pronósticos (0-1): NY Giants, LA Chargers, Dallas