Los deportes y el tiempo van de la mano. Detrás de un variopinto de actividades deportivas hay un reloj que marca el destino del resultado. La individuación del tiempo en deportes como el maratón o el triatlón, disciplinas en las que llegan a actuar miles de competidores de manera simultánea, es lo que desafía la curiosidad.
Mundialmente existen compañías que se encargan de proporcionar mediciones en eventos deportivos como los dos anteriores. República Dominicana tiene las suyas. En un país donde el ‘running’ ha tenido un notable auge, las empresas de este tipo han tenido -a la misma vez- un campo de acción muy fértil. Timing Co es una de ellas.
Eliecer Adames Marmolejos es el gerente general de esta empresa que desde 2013 ha brindado sus servicios en alrededor de 200 eventos de tiempos medibles. “Nosotros, como practicábamos y organizábamos eventos de triatlón, empezamos con triatlones y luego se nos acercaron organizadores del running para que le midiéramos el tiempo de sus carreras”, comentó. “Eso creció y básicamente ya solo medíamos carreras pedestres, aunque a la par hacíamos triatlones, ‘mud run’, duatlones”.
La implementación de la tecnología es clave. En carreras, Eliecer, sus socios y auxilares, miden los tiempos a través de la colocación de dispositivos o chips que son leídos por antenas diseminadas en diferentes puntos de controles y que luego envían la información a un software para su procesamiento y posterior difusión. Muchos de estos chips, que son colocados en los calzados o en los números al dorso de los corredores, son reusables y otros desechables, todo depende de cómo lo desee el organizador. Los puntos de control en donde son colocadas las antenas se ubican a requerimiento de los organizadores, aunque siempre habrán instaladas en las alfombras de la meta. Estas estaciones permiten velar porque nadie evada la rutada trazada.
El trabajo de los ‘timers’ o tomadores de tiempo no se limita al evento per se. Ellos están involucrados desde las habituales expos del día anterior, encuentros en los que pueden engrosar el contenido de la información del atleta, hasta la entrega de los resultados para fines de publicar, después de una prueba.
Para compañías como estas es de vital importancia que los dueños de evento cuenten, en su base de datos, con la mayor y más precisa información de los participantes para entrelazarla con el chip y tener resultados con distintas variables. “Uno de los errores más comunes son las edades y el sexo. Yo activo un chip para Mario Pérez, por ejemplo, pero cuando él termina la carrera solo puedo dar un resultado para Mario Pérez”, explicó. “Él no va a saber nunca en cuál lugar quedó entre los participantes de su edad, sexo, peso, estatura, lugar etcétera. Si no me das un listado en el que todos los participantes tenían su ciudad de procedencia no te podré decir en qué lugar quedaste entre los corredores de tu ciudad”. El desarrollador de esta tecnología es Ipico, una marca estadounidense que ya ha reconocido el trabajo de la empresa que regentea Eliecer. Ipico ofrece servicios para carreras de diferentes presupuestos. De acuerdo con Adames Marmolejos, su compañía posee seis equipos distintos de medir que tienen un valor de alrededor de 70 mil dólares. Para el contratante tiene diferentes costos.
Medir el tiempo de un evento puede llegar a costar entre 1,500 y 3,500 dólares, revela Eliecer, quien aclara que todo va a depender de la cantidad de participantes, del tipo de chip utilizados y de la cifra requerida de equipos para hacer el trabajo.