Ya tienen un mes trabajando fuerte para obtener buenos resultados en las próximas citas internacionales
El excampeón ahora es el tutor de un antiguo compañero de selección, quien también cuenta con un prontuario condecorado. Ambos buscan la manera de brindar más éxitos al país en los compromisos internacionales que se avecinan.
Félix Sánchez, medallista de oro en los grandes escenarios, con su cuello adornado por las herramientas de un entrenador que son cronómetro y silbato, lleva un mes como el capataz de Luguelin Santos, el hombre de los 400 metros lisos que tiene como meta sumar más preseas a la República Dominicana en los Juegos Panamericanos, el Mundial de Doha, Catar, y los Juegos Olímpicos de Tokio en 2020.
“Ya tenemos un mes, pasó el período de adaptación, que no fue fácil, pero todo marcha bien y me siento agradecido de poder trabajar con Félix, a quien admiré como atleta y ahora tengo el honor de que me entrene”, dice Luguelin a elCaribe tras una jornada de más de tres horas de labores junto con Sánchez y otro grupo de atletas bajo un sol peso pesado precisamente en el Estadio Olímpico Félix Sánchez. Esa es la rutina de lunes a viernes e incluye dos sesiones de gimnasio. ¿Y por qué ese primer mes fue complicado? “Es la primera vez que trabajamos juntos. Cada cual tiene un estilo diferente”, responde Santos. “Además, por primera vez en siete años estoy viviendo en el país. No es fácil”, agregó.
Sánchez, de su lado, se apoya en la sicología que estudió para tratar de obtener el máximo de un atleta que le recuerda un punto importante de su éxito en los 400 metros con vallas. “Él siempre quiere más. Eso me recuerda mi época en la pista.
Además de tus condiciones físicas, es importante lo que hay en tu corazón y en tu mente. De ahí salen grandes cosas y lo noto ahora”, comenta el ganador del primer lugar en los Juegos Olímpicos de 2004 en Atenas, logro que repitió en 2012, en Londres, una cita en la que Luguelin obtuvo la plata en su especialidad.
Lo que viene
Sánchez y Santos tienen la mira puesta en los Panamericanos de Lima, Perú, a celebrarse del 26 de julio al 11 de agosto y en el Mundial de Catar, que será del 27 de septiembre al seis de octubre.
“Yo espero que pueda brillar en esas competencias. Tenemos tiempo para poder cumplir con las metas. Algo que siempre digo es que él (Luguelin) es el motor del carro, yo solo soy el guía, así que la mayoría de cosas dependen de él, pero vamos bien”, dice Félix.
Luguelin espera saber la semana venidera, en el torneo de atletismo de los Juegos Militares, en qué pie está parado de cara a las justas internacionales ya mencionadas. “Ahí podré ver qué se ha logrado en este mes, y a qué debemos presarle más atención, pero pueden saber que daré lo mejor y que no me rindo”, señala Luguelin con una sonrisa, mientras Félix asiente con un rostro muy serio.