Juana Arrendel disfruta su vida en el retiro desde el 2008 y siente que a casi nueve años de dejar las pistas de manera oficial, la gente la distingue y le ofrece muestras de amor. Ella entiende que se retiró a tiempo mientras asegura que no le faltó nada por hacer en el salto de altura. Hoy vive una vida tranquila con su esposo y su hijo, aunque admite que no le agrada mucho ser ama de casa. Arrendel cumplirá 24 años en el Ejército de República Dominicana, institución en la cual ostenta el rango de coronel.
¿Cuándo y dónde se produce el último salto de Juana Arrendel?
Mi última competencia fue en Cartagena de Indias en 2006 para los Juegos Centroamericanos y del Caribe.
¿Cómo es la vida en el retiro?
Es agradable, un poco más relax porque todos saben que el deporte de alto nivel es de mucha adrenalina, de muchos compromisos, de muchas competencias, de muchos entrenamientos, pero ya hoy vivo tranquila con mi esposo y mi bebé. Aunque seguimos en todo lo que es deporte, porque ahora mismo estamos tratando de reclutar jóvenes para que traten de ser personas de bien a través del deporte.
¿Dónde trabajas?
En el Ministerio de Deportes y también en el Ejército de la República Dominicana en todo lo que tiene que ver con deporte. En el Ministerio estoy en Deporte Escolar en el que existe un programa de dar charlas en las escuelas y también pertenezco a la Comisión de Mujer y Deporte del Comité Olímpico Dominicano.
O sea, ¿tu vida está ligada al deporte aún después del retiro como atleta activa?
Claro, ya lo que no soy es una atleta que está en los campos de competencias, pero obviamente esa es mi vida, soy lo que soy por el deporte. No es bonito que una atleta del nivel que tuve se retire totalmente del deporte, siempre hay que seguir ayudando, orientando. Siempre estoy en actividades deportivas.
¿Qué te ha parecido el talento que has visto en ese trabajo de reclutar atletas?
Excelente. Estamos en un país en donde hay un talento excepcional. Tenemos un buen biotipo, al igual que los cubanos. Hay muchos atletas altos, como buenas figuras, por eso es que hasta en la calle uno se encuentra con jóvenes que uno dice: ¡mira, ese puede ser pelotero, ese puede ser saltador! y eso es por el biotipo que tenemos.
¿Por qué te retiraste de manera tan callada, a pesar de que habías anunciado que si te animabas lo ibas a celebrar?
Porque tuve ciertos conflictos, tuve ciertos problemas. Era una figura conocida con mucha gente que me seguía y decidí hacerlo así porque sé que iba a ser un impacto muy fuerte para todas las personas que me quieren y me siguen. En ese momento así lo entendí. Creo que así herí menos a la gente.
Han pasado casi nueve años desde el retiro. ¿La gente todavía te distingue?
Sí, mucho. Pienso que ha valido la pena todo lo que hice y todo el sacrificio. Es que con más de ocho años que voy a cumplir las personas me ven y me piden fotos y me dicen muchas cosas bonitas. Siento que estoy vigente entre la gente.
¿Cuál es tu rutina diaria?
Me levanto temprano para mandar a mi hijo al colegio y después continuar con mi trabajo y todas las actividades del día a día y después regreso a estar tranquila aquí. Ahora vivo una vida más relax. Uno siempre busca lo contrario a lo que uno es. Viví sin tiempo para nada, ahora tengo tiempo para todo, para mí, para visitar a mi familia, para estar tranquila, para irme de vacaciones. Estoy disfrutando de todo eso, di la mitad de mi vida al deporte y no tenía tiempo para nada.
¿Los atletas retirados en algún momento se detienen un día a reflexionar sobre su carrera, sobre qué hice mal, qué hice bien o debiste hacer esto de esta manera y no como lo hice?
No, no me arrepiento de nada porque gracias a Dios fui una atleta consumada por todos los logros que tuve. Me retiré, pero me sentí bien, no me quedé con deseo de nada porque duré más de 12 años en la cúspide del deporte de alto nivel, fui a dos Juegos Olímpicos y me retiré con la marca de uno. Esta es la hora que hace 15 años tengo la marca de los Juegos Centroamericanos y del Caribe. En las Olimpiadas pasadas ganaron oro con la marca de Centroamericanos y del Caribe, 1.97. Con eso cogieron oro en los Juegos Olímpicos, o sea que realmente fui una atleta de alto nivel.
¿Qué ha significado el Ejército en tu vida y en tu carrera?
Ese fue el primer apoyo que tuve, el del Ejército. Siempre me voy a sentir agradecida de mi institución. El Ejército fue que me vió, me destacó y me empezó a pagar un cheque con apenas 14 años. Ya cumplo en septiembre 24 años en el ejército. El rango que tengo lo he obtenido por mi esfuerzo y sacrificio. Me retiré en 2008 cuando era mayor y ahora soy coronel.
Tu vida matrimonial, ¿bien?
Sí, todo bien, gracias a Dios. Cocino, soy una mujer completa, aunque no me gusta mucho esa vida de ama de casa.