La leyenda cubana, que hizo historia en los Juegos Olímpicos de 1976 al ganar dos medallas de oro, valora la carrera que han tenido los hermanos Luguelin y Juander en el atletismo
Alberto Juantorena ha seguido de cerca la carrera de los hermanos Luguelin y Juander Santos. Prueba de ello es los observó en el mundial bajo techo de Qatar.
“Lo que más me gusta de los hermanos Santos es que son fuertes, son guapos, son carismáticos, son chiquiticos, pero sobre todo son muy valientes”, apuntó Juantorena en conversación con elCaribe.
Indicó que en Qatar pudo ver a Juander competir, aunque el dominicano no logró los resultados deseados debido a que en la última valla perdió el ritmo y no pudo avanzar a la siguiente ronda.
“A pesar de ese revés que él tuvo, da gusto verlo correr. Le imprime fuerza a lo que hace y a lo que les gusta que es correr”, manifestó.
Juantorena es una leyenda cubana de campo y pista, especialista en las pruebas de 400 y 800 metros. Se proclamó campeón olímpico de ambas pruebas en los Juegos Olímpicos de Montreal 1976, hazaña que nadie ha emulado hasta ahora. Recibía de algunos el apodo de “El Caballo”, pero los comentaristas deportivos cubanos le llamaban “El elegante de las pistas”.
Enamorado de República Dominicana
El parecido que tienen la Republica Dominicana y Cuba hace que Alberto Juantorena se enamore cada día más de “Quisqueya la bella”.
Los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 1974, celebrados en ese entonces en Santo Domingo, fue el inicio para que el entonces atleta se encantara con la tierra de Juan Pablo Duarte, Francisco del Rosario Sánchez y Matías Ramón Mella.
“Siempre he dicho que Republica Dominicana y Cuba eran una misma tierra y quién sabe cuándo se separaron”, dijo Juantorena, quien también fue diputado de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba. “La forma de ser que tiene el dominicano es la misma que tiene el cubano y más si es de la parte oriental de la isla. Estar aquí es como estar en mi propia casa”, agregó.
Sostuvo que ha estado de visita en el país en varias ocasiones y que esta reviste un importancia significativa para su persona ya que será objeto de un reconocimiento por parte del pleno del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicana, entidad que exaltará mañana a diez nuevos miembros al nicho de la inmortalidad.
“Recuerdo que cuando Dionisio Guzmán (presidente del Pabelló de la Fama) me llamó, estando en Lima (Perú), lo primero que le dije fue me vas a invitar a mi propia casa. Me vas a invitar a la sala, a la primera habitación o a la segunda. En lo personal es un privilegio y un honor estar aquí y a la vez estar entre tantas glorias del deporte dominicano es cómo estar en Cuba”, dijo Juantorena.