LYON, Francia. Antoine Griezmann castigó la indolencia del Marsella al anotar dos goles con el arco vacío y el Atlético de Madrid se proclamó ayer campeón de la Liga Europa por tercera vez, con una inapelable victoria 3-0 en la final.
Marsella buscaba su segundo trofeo en Europa, 25 años después de ganar la Liga de Campeones. Pero se derritió ante la agilidad y pegada de Griezmann, el atacante francés del Atlético.
Varios jugadores del Marsella quedaron llorando tras el silbatazo final, abatidos por un jugador que fue rechazado por varios clubes de Francia cuando era un adolescente debido a su diminuto tamaño. “Me fui de casa con 14 años porque quería ganar copas, para disfrutar de noches como ésta”, dijo Griezmann al ser entrevistado a pie de cancha. “Ojalá puedan ser más”.
En el Parc OL de Lyon, el equipo del técnico argentino Diego Pablo Simeone fue claramente superior al imponer su experiencia ante un rival que pagó caro sus errores.