El gozo que ahora le produce a Giovanny Valdez ir en ayuda de los más necesitados es mayor que el que sentía cuando encestaba un canasto para ganar un juego o levantaba el trofeo de campeón con el emblemático equipo de San Lázaro.Valdez, ahora como director en República Dominicana de Score Internacional, no pudo ocultar su emoción cuando junto a los principales directivos hicieron entrega el título de propiedad del acogedor local que desde hace seis años tiene en posesión la Fundación Pasitos de Jesús, una entidad que acoge a niñas huérfanas abandonadas, en algunos casos, o maltratadas y violadas, en otros.
“Trabajar con Score Internacional es un orgullo y un placer porque de esta manera estoy ayudando con lo que Dios me ha dado a la comunidad pobre, comenzando con estas niñas huérfanas”, declaró Valdez, un estelar armador que jugó con San Lázaro desde el 1992 hasta el 2006, pieza clave en los títulos obtenidos en el torneo de baloncesto distrital en los años 1995 y 1996.
“Esto es más gratificante, es mejor, porque estamos trabajando para Dios”, expresó Valdez, de 43 años, incluidos los últimos 15 como misionero de Score Internacional, una entidad religiosa que tiene su sede en Tennessee, Estados Unidos.
Las palabras centrales del emotivo acto fueron pronunciadas por John Zeller y Trey Bailey, presidente y director del Ministerio de Estados Unidos de Score Internacional, quienes mostraron su regocijo al ver las felices caras de las 36 niñas que hay en el hogar residencial de Pasitos de Jesús.
“Ha sido un camino bastante maravilloso ver cómo Dios ha estado trabajando en este lugar y en la vida de ustedes”, subrayaron. Indicaron que Dios ha recompensado la positiva labor que durante casi dos décadas ha venido desarrollando Dalma Florián, quien preside la fundación.