CARNOUSTIE, Escocia. Francesco Molinari lució inmutable en medio del apoyo del público hacia Tiger Woods y otro extraño cierre en Carnoustie para ganar ayer el Abierto Británico y convertirse en el primer italiano en llevarse el título de un torneo major en la historia.
Woods generó la euforia al tratar de irse al frente en un major por primera vez en nueve años, pero el estadounidense perdió toda posibilidad con un mal hoyo. Jordan Spieth fracasó al no poder apuntarse un solo birdie.
En cierto punto, siete jugadores llegaron a compartir la punta, y seis de ellos seguían empatados durante los últimos nueve hoyos. Pese a todo, Molinari nunca flaqueó.
El italiano de 35 años terminó con una tarjeta libre de bogeys de 69 golpes, dos bajo par. “Siendo honesto, aún no lo puedo creer”, dijo Molinari, quien terminó el torneo con tarjeta de 276, ocho bajo par, el marcador más bajo en ocho Abiertos que se juegan en Carnoustie.