El pugilista norteamericano es un gran estratega mercadológico. Sus últimos combates así lo evidencian
¿Es Mayweather el gran estratega publicitario, o del gran mercado del boxeo? La respuesta es sí, dicen expertos.
Es el rey del mercadeo porque, cuando menos lo esperan los fanáticos y los medios noticiosos, sale a la palestra y echa por el piso su palabra. ¡La palabra-promesa de que “ya no va más”.
Fue precisamente lo que hizo después de vencer a Ander Berto. Afirmó que tras cumplir con su gran objetivo, colgaba los guantes para siempre, como lo hizo Marciano, invicto en 49-0.
Pero no, cumplió con su palabra. Regresó a los ensogados, aunque de una manera “muy especial”. Aceptó el reto de Conor McGregor, atleta de las artes marciales mixtas. El 26 de agosto de 2017, en el moderno coliseo T-Mobile de Las Vegas, Nevada, aceptó el reto de Connor McGregor, atleta de las artes marciales mixtas. La pelea se pactó con las reglas del boxeo y pactada a 12 rounds. Pero como lo vaticinaron los expertos, Mayweather salió airoso. Noqueó a McGregor en el décimo salto. Además de su triunfo, volvió a ser “arropado” por decenas de millones de dólares. Pero, también, con esta victoria solidificó su estatus de invicto. Y llegó a 50-0 borrando para siempre la hazaña de Marciano.
En el vacio
Tal vez en más del 75 por ciento la palabra del hombre “cae al vacío”. Y en específico no crean lo que dice un boxeador… ¡porque su locuacidad verbal ocasiona irrespeto al fanático y a la prensa!
Es lo que opinan analistas del boxeo tras volver a escuchar la proclama del afamado y millonario atleta estadounidense Floyd Mayweather Jr. -calificado como el mejor boxeador del mundo en los últimos 15 años- quien ha reiterado que “no está en el boxeo activo porque ya colgó los guantes”.
Apenas minutos del filipino Manny Pacquiao revalidar su corona mundial del peso welter, al vencer por amplia decisión a Adrien Broner, comenzó a correr el rumor de que habrá revancha (¿?).
Periodistas refirieron que, con este contundente triunfo de Pacquiao, “se abre el camino” para que se pacte un segundo combate -con todos los millones de dólares de por medio- entre él y Mayweather.
El dos de mayo de 2015, en la arena del monumental hotel MGM de la ciudad de Las Vegas, Nevada, Mayweather y Pacquiao protagonizaron la pelea más cara de la historia. Una reyerta, ganada por Mayweather, que dejó en bruto más de 600 millones de dólares.
La gran “tajada” se la llevó el parlanchín púgil de EE.UU. Fuentes financieras revelaron que su paga fue de unos 350 millones de dólares, en tanto que Pacquiao llevó a su arcas unos cien millones.
Mayweather, el 12 de septiembre del mismo año firmó un combate, que sabía que para él era cómodo, para enfrentar al peleador Andre Berto, estadounidense de origen haitiano. Lo humilló en 12 asaltos. Con esa victoria Mayweather logró lo que se había propuesto: emular al mítico boxeador italo-estadounidense Rocky Marciano quien se retiró invicto con esa foja. Mayweather ganó su pelea número 49 y así se igualó con Marciano (49-0).
La revancha con Pacquiao
Mayweather, minutos antes de Pacquiao enfrentar a Broner, lo visitó en su camerino deseándole “mucha suerte”.
Aquella visita también llevó a periodistas a especular. La especulación consistió en que si el filipino derrotaba a Broner, como ocurrió, “por ahí venía segura la revancha con Mayweather”.
El propio Pacquiao, para alimentar más los “decires” de que el camino se allanada para un segundo enfrentamiento con el “rey de la estrategia publicitaria boxística”, llamó a Mayweather a dejar el retiro… “y que venga, para que volvamos a pelear”.
Y es que Pacquiao no quiere quedarse con la espinita que Mayweather le clavó aquella noche del dos de mayo de 2015… ¡Quiere la venganza!
Mayweather, quien cumplió 42 años el pasado domingo (ya viejo para boxear), anunció que hará una segunda exhibición (en Japón), pero sin ningún interés (¿?) de realizar peleas oficiales.
Sin embargo, los analistas insisten en que nadie le crea a Mayweather porque haya repetido, de nuevo, que “ya está retirado”. Porque, precisan, aunque el gran estratega de la publicidad boxística ha declarado que ya no regresa a los cuadriláteros, nadie debe dudar de que su palabra vuelva a caer en el vacío y otra vez enfrente a Pacquiao”.
