Charles Leclerc procuró no perder la paciencia mientras el infortunio se cebaba con Ferrari, incluyendo una sucesión de cinco carreras de la Fórmula Uno en las que el piloto monagesco quedó apartado del podio.
Después de su victoria de ayer en el Gran Premio de Austria, Leclerc recuperó la sonrisa.
Leclerc sufrió en las últimas vueltas por el desperfecto del acelerador, algo que le complicó controlar la velocidad en las curvas.
Con su tercera victoria de la temporada, Leclerc reflotó sus aspiraciones de pelear el campeonato con Verstappen.
Fue el primer triunfo de Leclerc desde el Gran Premio de Australia en abril. Después de un segundo lugar en el Gran Premio de Estados Unidos en mayo, las siguientes cinco carreras del monagesco incluyeron dos en las que no pudo terminar, dos cuartos y un quinto.