El famoso atleta sudafricano Oscar Pistorius, en prisión desde 2014 por matar un año antes a su novia, la modelo Reeva Steenkamp, salió de la cárcel este viernes por libertad condicional, confirmó el Departamento de Servicios Penitenciarios (DCS) de Sudáfrica.
“El Departamento de Servicios Penitenciarios (DCS) confirma que Oscar Pistorius está en libertad condicional, con efecto a partir del 5 de enero de 2024. Se le admitió en el sistema penitenciario comunitario y está ahora en casa”, señaló esta institución a través de un comunicado.
Las autoridades penitenciarias concedieron la libertad condicional a Pistorius el pasado 24 de noviembre, durante una audiencia a puerta cerrada en la prisión de Atteridgeville, en Pretoria. Este miércoles, el DCS indicó que, a pesar del “perfil público elevado” del atleta, se le aplicarán las “condiciones generales” de ese régimen como, por ejemplo, estar “en casa a determinadas horas del día”.
“No podrá consumir alcohol y otras sustancias. Al igual que otras personas en libertad condicional, Pistorius tiene prohibido realizar entrevistas con los medios de comunicación”, añadió el organismo, al precisar que esas restricciones persistirán hasta el vencimiento de la sentencia en 2029.
En un comunicado recogido por medios locales, la madre de la modelo asesinada, June Steenkamp, dijo este viernes que el dolor por la muerte de su hija es aún “crudo y real”. Asimismo, lamentó que “la intensidad de la cobertura (mediática) del juicio” y de las peticiones de libertad condicional posteriores significó la “pérdida de su privacidad” y “dificultó el duelo en paz”.
“Siempre hemos sabido que la libertad condicional es parte del sistema legal sudafricano. Siempre hemos dicho que la ley deber seguir su curso”, afirmó Steenkamp, si bien destacó que “nunca podrá haber justicia si tu ser querido nunca regresará”.
“Las condiciones impuestas por la junta de libertad condicional incluyen cursos de gestión de la ira y programas sobre violencia de género. Esto envía un mensaje claro de que la violencia de género se toma en serio”, añadió.
El caso de Pistorius
Nacido con un problema genético que llevó a sus padres a decidir amputarle las dos piernas por debajo de las rodillas cuando tenía once meses, Pistorius alcanzó fama mundial al correr en los Juegos Olímpicos de Londres (2012) sobre dos prótesis de carbono.
Pistorius cumple condena por asesinar a tiros a Reeva Steenkamp, que entonces tenía 29 años, en su casa de Pretoria el Día de San Valentín de 2013, cuando se encontraba en la cima de su fama y con una gran fortuna monetaria producto de su carrera deportiva. Le disparó cuatro veces a través de la puerta cerrada del baño. En su juicio defendió, sin éxito, que entró en pánico al confundir a la modelo con un ladrón.
“No creo en la versión de Oscar. (…) No conozco a nadie que lo haga. Mi querida hija gritó por su vida lo suficientemente alto como para que los vecinos la escuchasen”, señaló la madre de la víctima.
Su condena
Tras un juicio que captó una atención mediática mundial, a Pistorius lo condenaron en octubre de 2014 a cinco años de prisión por homicidio imprudente. La Fiscalía apeló el fallo.
En 2015, el Tribunal Supremo de Apelación de Sudáfrica anuló esa condena. Acto seguido, lo declaró culpable de asesinato. El caso se remitió a un tribunal de primera instancia que, en julio de 2016, sentenció a Pistorius a seis años de cárcel por asesinato.
Sin embargo, tras otro recurso de la Fiscalía, el Tribunal Supremo de Apelación elevó la pena en noviembre de 2017 a quince años. El mínimo contemplado por la ley en casos de asesinato salvo situaciones excepcionales.
En la práctica, esa sentencia significó trece años y cinco meses de cárcel. Descontando el tiempo que Pistorius -que pasó una etapa en libertad bajo fianza y bajo arresto domiciliario- ya había permanecido en prisión.
Esta era la segunda vez que Pistorius solicitaba la libertad condicional. Inicialmente, se le negó en marzo del 2023. Esto, pese a que el condenado argumentó que se aumentó injustamente tanto su tiempo en prisión como el mínimo requerido para optar a esa medida, violando así sus “derechos fundamentales”.