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El campocorto dominicano de los Piratas de Pittsburgh, Oneil Cruz, dejó a todos boquiabiertos en el partido del sábado al conectar un jonrón titánico que no solo rompió la barrera de las 114 millas por hora, sino que también recorrió una impresionante distancia de 441 pies, terminando su trayectoria en el río detrás del jardín derecho del PNC Park.
El emocionante momento ocurrió durante la quinta entrada del juego contra los Cubs de Chicago. Cruz, conocido por su poderío al bate, aprovechó un lanzamiento en la zona de strike para desatar todo su potencial ofensivo.
El sonido del contacto entre el bate y la pelota resonó por todo el estadio, la pelota voló sobre las gradas del jardín derecho y, como si estuviera siguiendo un guion perfecto, cayó en el río Allegheny, proporcionando una imagen que quedará grabada en la memoria de los aficionados presentes.
La velocidad de salida de 114 millas por hora es un testimonio de la fuerza y habilidad de Cruz. No es común ver un batazo de tal magnitud, lo que hace que este logro sea aún más impresionante. Los 441 pies recorridos por la pelota resaltan la capacidad de Cruz para generar poder bruto con su swing.
Los compañeros de equipo de Oneil Cruz y los aficionados de los Piratas de Pittsburgh reaccionaron con entusiasmo y asombro. El jonrón levantó a todos de sus asientos y generó una ola de aplausos y vítores que resonaron en todo el estadio.
Después del partido, Cruz expresó su emoción y gratitud por el apoyo de los aficionados, mencionando que momentos como estos son los que hacen que el arduo trabajo valga la pena.
Este jonrón de Oneil Cruz no solo contribuyó al marcador, sino que también dejó una huella imborrable en la temporada de los Piratas de Pittsburgh . Actuaciones como esta reafirman el potencial de Cruz para convertirse en una de las grandes estrellas del béisbol. Los aficionados de Pittsburgh y del béisbol en general estarán atentos a sus futuras hazañas, esperando más momentos electrizantes como el vivido el pasado martes.
