Abajo 2-1 en el tercer set, Nadal se detuvo durante su juego de saque debido a que no podía enderezar el dedo medio de la mano izquierda. En el siguiente intercambio recibió atención médica y un masaje en el antebrazo izquierdo.
Pero el nivel de Nadal se mantuvo al máximo y poco después celebró su 17mo campeonato de Grand Slam, segundo de todos los tiempos solo detrás de los 20 de Roger Federer.
El triunfo también le permitió al español de 32 años aferrarse al número uno del mundo.
El austriaco Thiem, de 24 años y número siete en la siembra, apareció por primera vez en la final de un Grand Slam. Y nada más que ante Nadal en el Abierto de Francia, en donde el español ahora tiene marca de 11-0 en finales y 86-2 en general.
Si había alguna razón para sentir un poco de intriga el domingo era que Thiem era el único jugador en vencer a Nadal sobre arcilla roja en las últimas dos temporadas, al derrotarlo en Roma en mayo de 2017 y en Madrid el mes pasado.
Medirse a Nadal en el Grand Slam de arcilla es otra cosa. Thiem se mantuvo a la par en el comienzo, pero desde que el marcador alcanzó 4-4 en el primer set, Nadal ganó cinco juegos en fila y asumió control total del partido.