OAKLAND, California. – Stephen Curry estaba anotando tanto en el tercer cuarto del Juego 3 que después de una exitosa penetración al aro miró a la multitud, tomó su boquilla y gritó: “Esta es mi jod… casa!”… “Perdí la cabeza”, dijo.
Su madre, Sonya Curry, estaba complacida con el desempeño de su hijo, pero no con su boca.
“Ella ya me envió dos videos caseros, me mostró el video y lo reprodujo”, le dijo Curry a ESPN. “Ella me decía que tenía que lavarme la boca y diciendo que la lavara con jabón. Es un mensaje que he escuchado antes”.
Fue el juego de despertar de Curry en esta serie, pero él es un cristiano devoto y dice que entiende por qué recibió tal regaño.