NUEVA YORK — Luis Rojas estaba a dos semanas de debutar como manager de Grandes Ligas con los Mets cuando la pandemia del coronavirus obligó a Major League Baseball a cancelar el resto de los juegos de pretemporada el 12 de marzo y aplazar el inicio de la campaña del 2020. En estos momentos, se desconoce cuándo Rojas entregará su primera alineación en las Mayores.
La pausa representa el más reciente giro inesperado que ha tomado la carrera de Rojas en poco más de dos meses.
Rojas, quien fungió como coach de control de calidad de Nueva York en el 2019 luego de pasar 13 campañas como instructor y manager en la finca del club, asumió el rol de capataz a finales de enero, luego de que el boricua Carlos Beltrán renunciara al puesto tras ser implicado en el escándalo del robo de señas de parte de los Astros en el 2017.
Rojas considera que la “mentalidad del juego de béisbol” de hacer ajustes y controlar las emociones les ha permitido a él y a sus pupilos manejar los “giros bruscos”.
“La mentalidad del juego de béisbol ayuda mucho a la formación para cosas repentinas que pasen”, dijo Rojas por vía telefónica desde Port St. Lucie, sede primaveral de los Mets en la Florida. “Claro, lo que está pasando ahora, con lo del virus, es algo nunca visto, así que las aguas en las que estamos nadando son desconocidas, en cuanto a anticipar lo que va a pasar en el futuro.
“Pero en cuanto hacer un ajuste y adaptarse, como lo estamos haciendo todos en la vida, creo que nos ha ayudado, para nosotros adaptarnos como equipo. Todo el mundo se fue a donde tenía que ir de acuerdo con sus respectivas responsabilidades con su familia. Están haciendo la mayor actividad posible para ellos mantenerse en la forma máxima de acuerdo con lo que tienen cerca de ellos.
“Sí han sido cosas repentinas, pero el juego en sí te prepara esos diferentes cambios que hay. Es un juego muy imperfecto”.
A la vez que acatan las medidas de distanciamiento social que se han implementado con el fin de controlar la propagación del nuevo coronavirus, como muchas organizaciones, los coaches y la gerencia de los Mets han acudido a la tecnología para mantenerse en contacto, incluyendo la plataforma de videoconferencia Zoom y una aplicación llamada Teamworks. Rojas ha establecido buenas relaciones con los jugadores jóvenes en el roster de los Mets, mucho de los cuales lo tuvieron como coach o manager en algún momento en ligas menores, algo que el quisqueyano dice que ha ayudado “bastante”.
“La comunicación es de doble vía”, dijo Rojas. “Los muchachos me llaman a mí, me escriben mensajes. Yo les escribo. Trato de no hacerlo a diario. Los otros coaches también lo hacen. La comunicación es bastante buena”.
Rojas agrega que “son comunicaciones cortas porque ya nos conocemos desde hace tiempo y de verdad hace las cosas más fáciles”.
Rojas, de 38 años, se encuentra en compañía de su esposa, Laura, y su hijo, Luis Felipe, de siete años. La escuela de Luis Felipe en la República Dominicana, como muchas otras alrededor del mundo, ha pasado a instrucción virtual a raíz de la pandemia. Ahora mismo, Rojas dedica parte de su día a ayudar a Luis Felipe con sus clases y otra a echar una mano en la cocina.
Como parte de su rutina primaveral, Rojas acostumbraba a madrugar para hacer ejercicios en el complejo de los Mets. Rojas dice que aún sigue entrenando en casa, pero sin levantarse tan temprano. Rojas agrega que su padre y mentor, el ex jardinero y manager de Grandes Ligas Felipe Alou, también se encuentra en casa en la Florida, a aproximadamente una hora en carretera. Pero respetando las reglas de distanciamiento social, Rojas ha limitado sus visitas.
Una vez que se reanude la acción de Grandes Ligas, al aprendizaje que Rojas enfrentaba como manager novato podrían sumarse otros factores, como un calendario no convencional. Aunque por mucho tiempo ha añorado dirigir en las Mayores, Rojas afirma que no está frustrado porque su debut como capataz se haya aplazado por una circunstancia que es “más grande que el juego”.
“No le presté mucha atención a lo que quizás se estaba perdiendo del ámbito individual”, dijo Rojas. “Sé que en algún momento se va a jugar pelota. El primer juego como dirigente yo lo voy a tener en algún momento. No es algo para que ahora mismo las emociones se pongan en el medio. Es algo que uno no puede controlar”.