“Esta noche lo importante era hacer el trabajo”, comentó James Milner, volante de los “Reds”, quien anotó en su propio arco. “Hemos avanzado a la final ahora y lo hemos hecho venciendo a equipos muy buenos en el camino”.
Mané capitalizó un desprolijo pase de la Roma para adelantar a Liverpool a los nueve minutos y Wijnaldum restableció la ventaja al definir con un cabezazo tras el autogol de Milner.
Edin Dzeko niveló a los 52 minutos y Radja Nainggolan firmó un doblete en el tramo final por los anfitriones. Los Giallorossi rozaron otro milagro tras su impactante victoria 3-0 en el choque de vuelta ante Barcelona en los cuartos de final.
Los jugadores locales terminaron quejándose por dos supuestos penales que el árbitro no concedió.
“El VAR (videoarbitraje) nos habría dado lo que nos han quitado esta noche”, manifestó el técnico Eusebio Di Francesco. “Fue algo ridículo… Pero de ningún modo el Liverpool nos ha robado algo. Ellos jugaron 45 minutos extraordinarios (en la ida) y nosotros jugamos dos segundos tiempos que fueron también extraordinarios”.
En la final del 26 de mayo en la capital de Ucrania, Liverpool se las verá con el Real Madrid. Bicampeones vigentes del torneo, los Merengues doblegaron 4-3 al Bayern Múnich en el global de la otra semifinal.
“Estos hinchas merecen estar en la final, y la pasarán maravillosamente en Kiev, sin importar el resultado”, aseveró el zaguero Andy Robertson. “Terminamos perdiendo esta noche, pero dimos todo. Todos los chicos han estado brillantes en esta temporada”.
La última vez que Liverpool alcanzó la final fue en 2007, cuando perdió ante el Milan. Dos años antes había conquistado la última de sus cinco Copas de Europa, venciendo a los Rossoneri.
Los 13 goles anotados en la ida y la vuelta del duelo entre Liverpool y Roma impusieron un récord en semifinales de la “Champions”.
“Cuando dos equipos juegan en una forma abierta como ésta, todo se vuelve como una pelea de boxeo”, explicó di Francesco. “Debería haber más partidos como éstos”.