Agencias.- Considerado uno de los mejores jugadores de voleibol del mundo, el cubano-polaco Wilfredo León empezó con buen pie su búsqueda de la medalla olímpica: Polonia ganó 3-0 (25-21, 25-19, 25-13) a Egipto en su debut en los Juegos de París-2024.
El propio León fue el máximo anotador de los polacos, con 13 puntos, para conducir a los suyos a una victoria crucial antes de jugar el 31 de julio ante Brasil, que perdió en el estreno con Italia por 3-1.
En un equipo donde es el único jugador nacionalizado, ¿cómo llegó este jugador de 2,02 metros de alto y nacido en Santiago de Cuba hace 30 años a vestir los colores rojo y blanco del país europeo?
Su camino comenzó en su país, donde llegó a ser internacional con la selección cubana entre 2008 y 2013, con la que llegó a ser subcampeón mundial en 2010.
En 2011, Wilfredo conoció por Internet a una joven polaca, Malgorzata Gronkowska, que quería hacerle una entrevista.
Se conocieron en persona unos meses más tarde, durante una final de la Liga Mundial en 2011, en Gdansk (norte de Polonia). Cinco años después se casaron y ahora tienen tres hijos.
Antes de ello, Wilfredo León abandonó Cuba para jugar en el Kazán ruso y luego en Catar y en Italia, donde hasta la temporada pasada formó parte del Perugia.
En 2015 consiguió la nacionalidad polaca y un año después pasó a ser miembro de su selección nacional. Los lazos con el país serán todavía más estrechos desde la próxima temporada, cuando pase a defender los colores de un club polaco, el Bogdanka Lublin.
Polonia ya sabe lo que es ganar un oro olímpico, pero fue en una edición ya lejana, en Montreal-1976. En Mundiales llegó a coronarse en tres ocasiones, dos de ellas en época reciente (1974, 2014, 2018).
La misión fijada ahora por el seleccionador serbio del equipo, Nikola Grbic, es ser competitivos, sin autolimitarse. Les avala además su condición de líderes en el ránking mundial de la Federación Internacional de Voleibol (FIVB).
Transmitir un legado
Su amor por Polonia se traduce también en un proyecto que le hace particular ilusión, una academia para formar a niños y adolescentes entre 4 y 14 años que fundó hace tres años en Torun, en el norte del país.
Es además copropietario de un club que creó en 2021 en esa misma ciudad de Torun, donde nació su esposa. Fue el mismo año en el que participó con Polonia en los Juegos Olímpicos de Tokio, donde su equipo no pudo pelear por las medallas al caer en cuartos de final ante la futura campeona, Francia.
La ciudad de Torun, así como toda Polonia, donde el voleibol es el segundo deporte nacional después del fútbol, le adoptaron rápidamente por su carácter abierto y su juego espectacular.
En Torun le han puesto una placa en la avenida de las celebridades, en el centro de la ciudad.
Pero antes de más homenajes, Wilfredo León se concentra al 100% en el torneo olímpico.
“Aspiro a la medalla de oro, siempre hay que ir a por la victoria”, aseguró antes de viajar a Francia.