El hermano menor de Luguelin Santos accedió el lunes a la final tras fijar el mejor tiempo de su corta trayectoria: 48.59 segundos.
LONDRES — Juander Santos solo lleva un año compitiendo en los 400 metros con vallas. Por eso es tan asombroso que el dominicano esté en una final del Mundial de Atletismo.
El hermano menor de Luguelín Santos _bronce en los 400 metros en un Mundial y plata en los Juegos Olímpicos de Londres de 2012_, accedió el lunes a la final tras fijar el mejor tiempo de su corta trayectoria: 48.59 segundos.
Recién recuperado tras sufrir una fractura de estrés del sacro, Luguelín —de 23 años— quedó eliminado de los 400 metros planos. Pero Juander —de 22 años— buscará darle una presea a la República Dominicana en una prueba en la que el mítico Félix Sánchez se coronó campeón del mundo en dos oportunidades.
Juander compitió en la primera de las tres eliminatorias de la noche, y quedó tercero. No entró directamente a la final a escenificarse el miércoles, debiendo esperar las otras series para que se determinase una repesca de tiempos. Ello arrojó que los cuatro primeros de la eliminatoria inicial tuvieron las cuatro mejores marcas: el estadounidense Kerron Clement (48.35), el noruego Karsten Warlholm (48.43), Santos y el jamaicano Kemar Mowatt (48.66).
Tendido en el piso de la zona mixta del Estadio Olímpico, Santos estaba desolado por el curso de su carrera.
¿Se puede entender eso con alguien que acaba de conseguir el mejor tiempo de su vida?
Juander se recriminaba haber cometido errores de técnica al saltar las vallas.
“Estoy aprendiendo, porque tengo un año solamente en esto. Me concentré demasiado en lo plano”, explicó. “Me siento mal porque cometí el error que mi entrenador (José Ludwig Rubio) enfoca mucho. En la última valla, en vez de hacer paso amplio, bajé la velocidad”.
Si empieza a pulir esos detalles, su techo es enorme.
Es lo que le dicen sus rivales, incluidos algunos con amplio rodaje, como el puertorriqueño Javier Culson y el cubano Yasmani Copello, quienes alucinan por su asombrosa irrupción.
“Me dicen, ‘¡guau!’ solo tienes un año, no te desesperes, que te falta mucho por aprender”, dijo Juander.
¿Y qué le está aconsejando su hermano Luguelín? “Que me relaje, que no me emocione”.