Lionel Messi abrió el marcador en los primeros compases y propició un autogol para que el Barcelona se llevara ayer una sufrida victoria 2-1 de visita ante el Slavia Praga, con lo cual quedó como líder de su grupo en la Liga de Campeones.
El campeón Liverpool no tuvo en cambio complicación alguna para recetarle un 4-1 a domicilio a Genk, con lo que cortó una racha de cuatro derrotas en fila como visitante en la fase de grupos. El segundo triunfo seguido de los azulgranas en esta edición de la Champions no fue de cómodo trámite. Aparte de Messi, el conjunto catalán se salvaguardó con una buena dosis de suerte y las intervenciones de su arquero Marc-André Ter Stegen frente a un rival que hasta el último minuto ofreció batalla.
En otro juego, Michy Batshuayi anotó en la recta final para darle a Chelsea la victoria por 1-0 en su visita al Ajax y puso al rojo vivo el Grupo H.