Neymar tuvo que ser retirado en camilla, y con claros gestos de dolor, tras sufrir una dura entrada que afectó a su tobillo izquierdo en los instantes finales de la derrota del PSG 1-0 ante el Lyon.
La grave acción de Thiago Mendes, que fue expulsado tras el colegiado revisar con el VAR, se produjo en el minuto 95, cuando Neymar, en medio campo del Lyon, había ya regateado a dos jugadores y se disponía a hacer lo propio con su compatriota.
Mendes derribó a Neymar, que tuvo la mala fortuna de que su pie izquierdo quedase entre las piernas de su rival. Inmediatamente, hizo gestos de dolor, y levantó los brazos pidiendo asistencia médica. Tras unos minutos de ser atendido sobre el campo, y con lágrimas en sus ojos, lo retiraron en camilla, con los brazos tapándose la cara camino de los vestuarios.
Ayer, en España, El Barcelona se reveló contra las circunstancias, contra su propia impotencia, sus dudas y malas sensaciones para sumar una victoria tan trascendental como trabajada al vencer 1-0 al Levante.
El cuadro catalán se acercaba al abismo de un nuevo fracaso tras rematar hasta 21 veces a la portería de Aitor Fernández, cuando un balón recuperado entre Martin Braithwaite y Frenkie de Jong acabó con el pase profundo del holandés a Lionel Messi, quien lanzó un obús cruzado para ahuyentar a los fantasmas del mal augurio con su gol al minuto 76.
El Barça pidió la hora, encerrado en su área y agobiado por un Levante que buscó el empate hasta el último suspiro, pero que se encontró con un cerco al área de Marc-Andre Ter Stegen con base en tiros de esquina, mientras que los catalanes mostraban que la alegría no es cosa suya.
Fue, al fin, una victoria ajustada que no sentenció hasta el final, pero que al fin y al cabo sirve para ganar tiempo y respirar con algo de paz hasta el miércoles, cuando el Barcelona deba enfrentar a la Real Sociedad.
